Bien explicado esto vamos a los datos concretos, en plena pandemia los presidentes de casi todos los países donde el coronavirus ha hecho mella, están obteniendo niveles de aprobación superiores al 60% y hasta del 80%, la explicación es que hoy por hoy, los presidentes acaparan el poder absoluto.
En Argentina por ejemplo, Alberto Fernández tiene una aprobación del 78,5% pero el dato es que en un país donde 12 millones de personas pagaban los salarios de otros 19 millones, ahora será el estado quien debe afrontar todo ese monto, es decir si te portas bien, vamos para adelante, si te portas mal no veras un peso.
¿Qué va a pagar el estado?, sueldos estatales, sueldos privados, a canales de televisión, a los diarios, a las multinacionales, equipos de futbol, PyMES, comercios, emprendedores, jubilados, asignación Universal Por Hijo, todo, absolutamente todo.
No es raro entonces que todo el mundo esté portándose fantásticamente, nadie cuestione nada, no se haga critica de ningún tipo, desde ningún sector, hasta el rastrillaje de redes sociales pasó desapercibido, nadie dijo nada sobre el control del estado. En otro momento esos mismos revolucionarios estarían destrozando la Plaza de Mayo, quemando colectivos y cortando todos los ingresos a la capital, hoy ni en Facebook se manifiestan, están desaparecidos.
Era un escándalo que el dólar en diciembre de 2019 estuviera a 45$, hoy está a 105$ y las boquitas cerradas, la situación no resiste análisis, todos esos a los que les pusieron un chip y salieron a repetir como loros un discurso inclasificable, hoy esperan a que caigan las monedas para poder subsistir. El riesgo país estaba en 800 puntos, hoy pasó los 4000 puntos, pero claro anda y preguntales que es el riesgo país?, no tienen ni puta idea.
La excusa que seguramente esgrimirán para los distraídos es, “Macri dejo este desastre”, falso, la deuda Argentina, venia sumando puntos desde De la Rua y se mantuvo con Néstor y Cristina. El otro gran argumento de los teóricos, es “los gorilas del campo”, porque sufren de incontinencia verbal y cada vez que abren la boca dicen estupideces, hablan de lo que no saben, un dato muy sencillo, ustedes paga en kilo de pan 102,96 $, pero el productor de trigo solo recibe 10,6% de ese total que se conforma además, por 5,3% del molino harinero, 59% que le suma la panadería, y 25,1 % de impuestos, quien te está robando en la cara?, el productor rural o el panadero y el gobierno?, saber no es lo mismo que conocer y para conocer tenes que estar en el lugar, hablar con los que están ahí, con los que producen y generar divisas y aquí otro dato muy interesante, este país endeudado, fundido y tercermundista, tendrá un 50% de pobreza cuando termine la pandemia, es decir unos 20 millones de personas, como se entiende entonces que si el país necesita dólares, se le pongan retenciones a las materias primas?, como es que queremos generar circulante cuando todo el mundo remarca precios, el combustible no haya bajado un centavo y el petróleo este en valores negativos, menos cero, se entiende?, los supermercados esconden productos con precios cuidados y otros cuestionan las ventas online porque ellos no pueden abrir los negocios, esto pasó hoy y no es un dato, es una realidad. Ni que hablar de los que en medio de esta situación extraordinaria pretenden derrocar gobiernos o reclaman fondos cuyo destino conocen y saben que está destinado a sobrevivir, no a meter bajo el colchón.
Entonces la realidad nos marca que no estábamos preparados, ni para lo que ya sabíamos que teníamos que afrontar, el endeudamiento externo, no había un plan económico, ni A, ni B, y como si esto no fuera suficiente apareció el COVID-19, que entre otras ha provocado una emisión de moneda sin precedentes y con cero respaldo, porque las reservas del Banco Central no llegan a 50 mil millones de dólares, para ser exactos son 47 mil millones de dólares, dato llamativo porque Macri dejó 43.729 millones de dólares. En la década anterior pasamos de 52.640 millones de dólares a 15.500 millones de la moneda americana, donde están los 37 mil millones que faltan?, ya les quedó claro. Bueno entonces el reclamo cada vez tiene menos sentidos, porque son los mismos que estaban entonces, solo que ahora les toca conducir a ellos en algunos casos.
Conluyendo, para ir concluyendo, el gobierno prevé entre 45 y 50 % de pobres al final de la pandemia, entre esas personas están los planes, subsidios, Adelantos del Tesoro y coparticipación federal de impuestos, más regalías hidrocarburiferas, como harán entonces los mismos que durante 4 años cuestionaron absolutamente todo, cuando la pandemia termine y nada vuelva a ser lo mismo y todos hayan entendido que siempre se puede estar peor?, seguramente demostraran que la solidaridad no es una palabra a la que estén acostumbrados, seguirán en sus cuevas y le rezaran a sus líderes carismáticos para que por arte de magia o un milagro puedan seguir viviendo del estado, eso sí tratando inútilmente de sostener un relato que es refutable con todos estos datos y hechos, tratando de desmentir cualquier cuestionamiento y con premios y castigos para quienes se atrevan a decir lo que nadie dice.
Datos de la pobreza en Argentina antes de la pandemia.
La pobreza infantil en la Argentina aumentó a su nivel más alto en la década y afecta al 51,7% de los niños y adolescentes del país, según el último informe del
El índice oficial eleva la cifra de pobres al 35,4%, más de la tercera parte de la población. La pobreza sigue creciendo en Argentina.
Entre las ciudades con mayor nivel de pobreza se encontraron Concordia, con 52,9%; Resistencia, 46,9%; Santiago del Estero, 44,8%; Salta y Corrientes, 41%; Formosa, Tucumán y Catamarca, 40%; y Posadas y el Gran Buenos Aires, 39,8%, entre otras.
Esto ya se sabía, esto ya estaba, no es nuevo, ahora con los dato de hoy todo esto se quintuplica, creo que para algunos es hora de callarse la boca y empezar a generar políticas de estado serias, dejar de intentar sacar tajada con esa política de cabotaje patética y básica y darle confianza a la gente y una mínima certeza porque este tiempo de aislamiento también sirvió para ver esta otra parte de la historia, porque “si a la historia la cuentan los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”.
Armando Cabral