Este no es un hecho aislado. En octubre de 2024, durante un seminario en la Casa Rosada sobre el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), la Secretaría de Asuntos Estratégicos también proyectó un mapa sin las Malvinas.
El episodio ocurrió en el salón “Héroes de Malvinas”, ante unos 70 diplomáticos, y generó el repudio de sectores opositores que interpretaron la omisión como una señal de la política exterior del Ejecutivo. En aquel entonces, la propia Secretaría debió aclarar que se trató de un error involuntario y anunció una investigación interna para determinar responsabilidades.

El trasfondo de la polémica trasciende lo técnico. La Ley 26.651, sancionada en 2010, establece la obligatoriedad de utilizar la cartografía bicontinental en todos los documentos oficiales, incluyendo a la Antártida Argentina y a las Islas Malvinas. Su incumplimiento erosiona uno de los consensos más firmes en torno a la política de Estado: la reafirmación de la soberanía sobre el Atlántico Sur frente a la ocupación británica.
Fuente: Escenario Mundial