“Me interesa que los docentes ganen bien, pero también me importa que estén frente al aula y que los chicos estén en las escuelas el mayor tiempo posible. No puede haber más paros ni desobligaciones. Eso también es defender la educación”, sostuvo Villegas.
Respecto al proyecto presentado por SUTEF, que contempla una reforma tributaria, el legislador fue contundente: “Nos proponen aumentar o crear impuestos para recaudar entre 5.000 y 7.000 millones de pesos anuales, lo que representa un impacto marginal frente a una masa salarial docente que ronda los 23.000 millones. ¿Eso justifica más presión fiscal sobre un sector privado que ya tiene la soga al cuello?”, se preguntó.
Villegas también cuestionó el silencio del Poder Ejecutivo frente a esta discusión: “No estuvo el ministro de Economía. Sin su presencia, no hay posibilidad de tener una definición política clara sobre la propuesta. No podemos debatir seriamente con funcionarios que, por más idóneos que sean, no tienen la capacidad de decidir”.
Además, expuso contradicciones del Gobierno provincial en la asignación de recursos: “Mientras se analiza subir impuestos para financiar sueldos, el mismo Gobierno le transfiere 4.000 millones de pesos a la Municipalidad de Ushuaia para obras de pavimento. O gasta más de 1.400 millones en publicidad, alquileres y consultorías desde la Jefatura de Gabinete. ¿Dónde están las prioridades?”, apuntó.
Villegas también advirtió que el Ejecutivo provincial “no ha planteado ningún plan de racionalización del gasto público” y criticó que se pretenda que “la solución automática a todos los problemas sea aumentar la presión impositiva”.
“¿Quién garantiza que si se aprueba este proyecto no habrá más paros y que los docentes estarán frente al aula todo el año? ¿Dónde está ese pacto social entre el gremio y el Gobierno?”, agregó el legislador.
Finalmente, Villegas fue claro: “No estoy de acuerdo en cobrarle más impuestos a trabajadores y al sector privado para sostener un aparato estatal que gasta sin control. El debate debe ser amplio, con toda la información sobre la mesa y con decisiones políticas responsables. Lo fácil es siempre meterle la mano en el bolsillo al contribuyente”.