Opinión Combustibles argentinos: Un Juego Peligroso. Moisés Solorza: Espacio Político Provincia Grande

Juev 25/01/18.- Moisés Solorza: Espacio Político Provincia Grande El mercado de los combustibles en la argentina, está sufriendo modificaciones llamativas como por ejemplo, la estrategia de la petrolera estatal YPF de no comunicar los aumentos de precios que se pagarán en las estaciones de servicio al público. Se intentará disimularlos entre los aumentos de su competencia con una nueva estrategia comunicacional, para no generar “alarma entre los consumidores”.

      Es innegable que las directivas hacia la petrolera estatal YPF, cuyo controlante es el mismo Estado Nacional,  afectan sensiblemente en el mercado de los combustibles, puesto que controlan mayoritariamente este segmento. Es preocupante para los consumidores, ya que el principal afectado es el ya deteriorado bolsillo, dado que el impacto es muy alto, y es por ello que, en una sociedad donde se están aplicando aumentos de todo tipo a los servicios públicos, el de los combustibles se suma a otros, como lo son: luz, gas, impuestos y alimentos.

El gobierno de Mauricio Macri lleva adelante una lucha hasta ahora ineficaz contra la inflación, y dejó que  “la competencia” sea el blanco de las críticas de estos aumentos de precios de los combustibles. Es por ello que por primera vez en los últimos años, la petrolera Shell es la cara del aumento.

¿Cómo funciona el nuevo esquema, luego que se “liberaran” los precios de los combustibles?, ¿Por qué aumentan?, ¿Cómo es la conformación de los precios y valores? Algunas preguntas que son importantes aclarar y que debemos conocer como consumidores.

Cambio de estrategia

La petrolera con participación estatal YPF, controla casi el 60% del mercado de los combustibles en el país e históricamente fue la que decidió los cambios de precios que acompañaron el resto de las operadoras de los mercados. Esta vez utilizó la “espalda” que le da su cuota de mercado para amortiguar una suba de costos y esperar que sean sus competidores quienes den el paso adelante. Aquí se nota claramente ese cambio de estrategia, sumado a la decisión de “no comunicar los aumentos de combustibles al público”. La petrolera nacional ya no informará más oficialmente los movimientos que realice en los surtidores. Incluso comienza a delinear, a futuro, un complejo sistema de precios diferenciales teniendo en cuenta horarios, demanda, transporte y promociones.

Estructura de precios de los combustibles

En la Argentina, el precio de la nafta está compuesto, a grandes rasgos, por tres componentes: precio de la materia prima, impuestos, tasas y margen del estacionero.

Las naftas pagan un 62% de impuesto de transferencia a los combustibles (ITC), sobre el valor de venta. Eso representa un tributo de $ 6,301 en la «Premium» y $ 5,58 en la «súper». A eso hay que agregarle el impuesto de la tasa hídrica. En la «Premium» es $ 0,577 y en la «súper», $ 0,512. En total, la carga impositiva suma $ 6,878 por litro en la «Premium» y $ 6,09 en la «súper».

Analizando la estructura simple de costos del valor de los combustibles, podemos imaginar cuál debería ser el precio por litro de combustible líquido en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, al estar bajo el amparo del a Ley 19.640 y el sub régimen impositivo. Claramente los fueguinos estamos, una vez más, indefensos sin reclamos por parte del Estado Provincial y sus inexistentes organismos de control.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, considera que la suba de los precios responde a un alza en el valor internacional del petróleo que determina un incremento en los costos de producción. Y en ese punto acuñó una frase que seguramente ya pasó al anecdotario de los dichos de funcionarios: «Los costos son los costos y tenemos que convivir con eso». Además, explicó que “la Argentina está reflejando, en los valores de venta al público de los combustibles, un aumento del precio del petróleo a nivel internacional, eso es un dato objetivo y no lo podemos negar»

A partir de este año entró en vigencia la desregulación total del mercado de comercialización de naftas, gasoil y derivados del petróleo, mediante la decisión del gobierno de eliminar el registro de importación de crudo y combustibles. Respecto a este punto, el Ministro expresó: «El Gobierno está trabajando con el sector para ver la mejor forma de construir una política de información, transparencia y competencia en el mercado para que se afecte de la menor manera posible el bolsillo de los argentinos», avanzó, «Estamos trabajando pero sabiendo también que los costos son los costos y tenemos que convivir con eso»

Es necesario, hacer mención que también en los primeros días de marzo, los combustibles argentinos sufrirán un “incremento extra”. Aparte de las subas que están aplicando las petroleras, la reforma tributaria modificó el esquema de impuestos que tributan los combustibles en el país y que influirán de manera directa sobre el precio del Gas Oíl y las Naftas. Estos reajustes que sufrirán los combustibles, alterarán las metas económicas previstas para el año 2018, pero que son inevitables cuando se analiza la estructura creada por el propio gobierno a través del ministerio de energía de la Nación.

Es tal la preocupación que existe, en el mercado de los combustibles, en la Argentina, que la propia petrolera estatal es quien salió al cruce de estos aumentos, intentando ser lo que fue en el país, el jugador más importante e influyente en la cadena de valor y ventas de combustibles. YPF, la petrolera, pidió reducir en un 10% el valor del ITC. El Ejecutivo está autorizado por el marco legal que lo habilita a bajar la carga tributaria hasta ese porcentaje sin pasar por el Congreso; pero de aplicarse esta iniciativa el costo fiscal será de  US$ 100 millones mensuales. Lo que quedaría por resolverse es si el ministerio de economía está dispuesto a resignar esta entrada de divisas.

Como ya expliqué, las naftas pagan un 62% de ITC, sobre el valor de venta. Eso representa un tributo de $ 6,301 en la «Premium» y $ 5,58 en la «súper». A eso hay que agregarle el impuesto de la tasa hídrica. En la «Premium» es $ 0,577 y en la «súper», $ 0,512. En total, la carga impositiva suma $ 6,878 por litro en la «Premium» y $ 6,09 en la «súper».

Con la Reforma Tributaria, eso cambia. El ITC será fijo: $ 6,726 tanto para la nafta «Premium» como para la súper. Ambas también pagarán un impuesto de $ 0,412 por dióxido de carbono. Las dos quedarán tributando $ 7,138 por litro. Eso es $ 1,04 más caro que el impuesto actual en la súper y $ 0,26 superior en «Premium» con respecto a los actuales valores de YPF, que están en camino de ser aumentados, aunque aún sin fecha.

En el caso del gasoil, el ITC que paga es inferior (19%). En el gasoil «común», ese impuesto es de $ 1,778 y en el «Premium», de $ 2,043. Hay una tasa específica para este combustible: $ 2,288 para el regular y $ 2,629 para el «Premium». Hoy, el gasoil regular paga $ 4,06 de impuestos y el de mayor valor, $ 4,67.

Tras la reforma impositiva, el impuesto será de $ 4,621 para ambos. Está compuesto por $ 4,148 del ITC y $ 0,473 por dióxido de carbono, otro impuesto que alcanza a todo el país y que está relacionado con la reducción de emisión de gases de efecto invernadero. A mi criterio, este impuesto es meramente recaudatorio.

Para el consumidor el gasoil regular costará 55 centavos más ($ 4,621 desde marzo contra $ 4,06 actual), mientras que el «Premium» bajará de $4,67 actual a $ 4,62. Recordemos que esta estructura estará también aplicada a la Patagonia argentina que estaba exenta hasta antes de la firma del pacto fiscal.

No se puede esmerilar la confianza de los clientes con aumentos casi mensuales de los combustibles”. Con esas palabras, un alto ejecutivo petroleros describió el escenario actual que atraviesa el mercado de derivados del petróleo, signado por el incremento, en simultáneo, de los tres grandes ejes que determinan su nivel de precios: a) el valor internacional, que en las últimas semanas se estacionó apenas por debajo de los 70 dólares (a principios de diciembre cotizaba a 55 dólares); b) el dólar, que se encareció desde diciembre en un 9 por ciento y en aumento; y c) la carga impositiva que grava la venta de productos fósiles, que se elevará a partir de marzo por la reforma fiscal que impulsó el gobierno.

 

       YPF es la única petrolera que aún no aumentó sus combustibles. Shell, Axion Energy, Petrobras (Pampa Energía) y Oíl Combustibles remarcaron un 5% sus productos en los últimos 10 días. YPF espera una respuesta del gabinete económico para esta semana, que marcará los pasos a seguir.

Resta como conclusión decir que los patagónicos estamos frente a un encarecimiento enorme de la cadena de valor de todos aquellos productos necesarios para las actividades propias de ciudades tan alejadas de los grandes centros urbanos.

Los fueguinos necesitamos ser escuchados por el gobierno Nacional. Necesitamos que comprendan que la Patagonia le brinda al país la materia prima para el refinamiento y procesamiento de combustibles. Que las cuencas productoras de gas y petróleo, fortalecen la matriz energética nacional generando empleo, el arraigo de población y por ende la defensa soberana de nuestra tierra.

Por esto, considero que necesitamos gobernadores menos complacientes y más firmes defensores ante este de este tipo de medidas antipopulares, intendentes más cerca de los más débiles, sindicalistas que defiendan a los trabajadores sin resignar derechos y una sociedad más comprometida con la defensa irrestricta de nuestros recursos naturales.

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