Seguir aprendiendo todos los días

Mierc 6 19:39 hs.-Este 7 de junio debería ser un día de recordación, de reflexión, y porque no de autocrítica, y es lo que pienso hacer en este breve comentario que no pretende ser mas que eso, solo la autocrítica de este medio y de este trabajador de los medios que desde hace 25 años con sus aciertos y errores ha tratado de todas las formas de mantener una postura coherente respecto de los hechos que me han tocado observar. No se puede hablar de los demás medios, no corresponde pero además siempre evito herir susceptibilidades.

Decía en el titulo eso de aprender todos los días, porque es obvio que jamás se sabe todo, es obvio que nunca se esta bien con todo el mundo y es obvio que no a todos les gusta lo que publicamos. No es nuestro problema, entre las cosas que no aprendimos está esa, no hacer algo para quedar bien, sino porque hay que hacerlo, tampoco hemos aprendido a dejar monologar a los funcionarios por una pauta publicitaria, ni hemos aprendido a comprar discursos vacíos de contenido, no aprendimos a ser lamesuelas de los gobernantes de turno, tampoco aprendimos a ser corporativos, mucho menos a decir una cosa y hacer otra.
No aprendimos a cenar o almorzar con los funcionarios de turno, mucho menos a ir un fin de semana de pic nic.
Seguimos aprendiendo, pero somos duros de sesera y nos cuesta aprender a poner cara de giles y llevarnos dinero del estado por izquierda, no hemos aprendido aun a no sentir vergüenza por prometer lo que no vamos a cumplir, nos da vergueta ocultar, desfigurar o deformar la realidad.
No aprendimos a sentarnos frente a un auditorio a defender leyes inaplicables del estado nacional, como la Ley de medios de Comunicación Audiovisual y aparecer como un desamaniado Kirchnerista confeso sin ninguna vergüenza.
No aprendimos a decir que alguien es brillante cuando en realidad es un idiota.
No aprendimos a dejar mentir funcionarios en nuestras notas.
No nos sale bien dejar que la gobernadora o la presidenta de la nación digan lo que se les antoja y no salir a responder desde nuestra visión de la política actual, porque eso del espíritu critico no nos parece solo algo que se aprendió en la facultad
No hemos aprendido a decir que esta todo bien, cuando los comedores comunitarios nos piden alimentos para chicos que no pueden alimentarse en sus casas, las escuelas se caen a pedazos o el hospital no tiene ni jeringas.
No aprendimos todavía a ocultar la necesidad de los trabajadores, de los trabajadores y difundimos todos sus reclamos.
No hay caso, nos es imposible no defender la cuestión de género, sin involucrarnos.
No pude dejar esto para tomarlo como hobby y cobrar plata de otro lado, decidí no hacerlo, y vivir de esto, no soy docente, ni empleado estatal, ni tengo un comercio, soy un trabajador de los medios desde 1988.
No aprendí a ocultarme detrás de nadie por eso publiqué mi declaración jurada de bienes y lo voy a volver a hacer este año para disipar las dudas del circulo de baba del oficialismo.
No aprendí a negar mis errores y me hago cargo de ellos, y si bien es cierto que este medio y este trabajador de los medios en un principio apostaron a esta gestión de gobierno, hoy no puedo disimular que me equivoque terriblemente, pero lo digo y tengo sobrados argumentos para demostrarlo.
No aprendí a dejarme convencer por los fanáticos del discurso sin contenido, ni por lo aplaudidores públicos y opté por estar del lado de los que menos tienen, ayudar y hacerlo en los hechos.
No aprendí a consultar a los improvisados, y hablo con los que saben de los temas que me importan.
No aprendí a adelantarles a los funcionarios el cuestionario de preguntas por eso no me atiende ningún ministro, salvo raras excepciones, incluida la propia gobernadora.
No aprendí a comprarme el discurso de la presidenta o de la gobernadora cuando tratan a periodistas de sinvergüenzas, o acusan de temerarios con ayuda del coro de chupamedias por refutar todas y cada una de las verdades a medias que esgrimen en defensa de lo indefendible, y después deben salir a contestar a través de gacetillas lo que no nos pueden explicar de cara a la sociedad.
No aprendí a que me desmientan nada de lo que publico, porque no pueden, porque no saben y porque saben que nosotros sabemos que son unos improvisados.
No aprendí aun a dejar de leer todos los días un poco para darle a la gente un servicio mas serio, más fundamentado, más creíble.
No aprendimos a dejarnos atropellar por los que nos paran los contratos porque no bajamos los decibeles, porque no nos callamos, porque mostramos la realidad, porque opinamos y firmamos con nombre y apellido.
No aprendí a hacer oídos sordos a las necesidades de todos y cada uno de los sectores de la sociedad.
Aun no aprendí a transar con nadie, a tomar una pauta como un compromiso político y denuncio lo que hay que denunciar y no me importan las consecuencias.
No aprendí a hacerme ricos gracias al estado, ni a esperar nada ni de este ni de ningún otro gobierno.
Aun me cuesta mucho sostenerme sin todas estas prebendas, beneficios y privilegios de los que gozan muchos, pero entro y salgo de donde quiero con la frente en alto, no me escondo de nadie, no formo parte de ninguna corporación, gremio o asociación de ningún tipo.
No aprendí a nivelar para abajo, por me exijo todos los días un poco mas y a los entrevistados también les exijo por lo menos saber de lo que están hablando, por eso no salen sanateros, ni mentirosos en nuestro medio.
No aprendí a inclinarme antes ningún cargo, sea político o no, no tengo síndrome de corbata, tengo respeto, pero no tengo miedo.
Este 7 de junio será como un día mas, lo festejaré trabajando y ojala nunca aprenda nada de todo esto, aunque me cueste todo el doble, aunque no pueda tener una 4×4, ni la mansión en alguna playa, aunque muchos no nos puedan mirar a la cara.
Ojala que pueda seguir siendo esto que soy, trabajador de un medio de comunicación que todo el día, todos los días, trata de llevar el fruto de su esfuerzo sin segundas intenciones, sin doble discurso y sin otro interés que informar a todos quienes, por las razones que fuera, eligen leer e informarse a través de www.lalicuadoratdf.com.ar y de La Licuadora en Fm Ritual 103.7.
Ni mejores ni peores, diferentes, ese es nuestro slogan, hacer las cosas porque se deben hacer y no para competir con nadie, ni para demostrarle nada a nadie y mucho menos para que le guste a nadie.
Ya soy grande y después de todo este tiempo si he aprendido a separar la paja del trigo y a darme cuenta que no soy mas de lo mismo, que no me gusta que generalicen cuando hablan de determinados sectores de la sociedad y por eso cada vez que lo hagan voy a salir a cruzar a quien haya que cruzar, porque también aprendí que “lo que esta mal, esta mal, no importa quien lo haga”, incluso nosotros que no somos ni mas ni menos que nadie.
A quienes compartan estas líneas Feliz día del Periodista, a quienes no también.

Armando Cabral.

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