Empieza a salir a la luz todo lo que no había que sincerar
Lo dijo la primer mandataria de Tierra del Fuego, «no hay crisis», «no hay nada que sincerar», y la remató con «No se preocupen administro yo», tres frases terribles de un sarcasmo, provocación y un desconocimiento que ahora asustan hasta a aquellos que se tiraban a sus pies cuando desde este medio le pedíamos que dijera la verdad sobre el escenario que estaba generando. Hoy todo es mucho peor que entonces y las respuestas siguen sin aparecer.
