El acampe ya no está pero los motivos que originaron el conflicto siguen vigentes.
Es ingenuo pensar que no existe conflicto que resolver si se borra su expresión, cuando están aún sin discutir las acciones que le dieron origen, así lo muestran las manifestaciones de repudio en las calles y en el discurso, que se van sumando horas después del desalojo.
No queremos acostumbrarnos a esto, no queremos un escenario de violencia para nuestras familias. Queremos un estado presente, que defienda los intereses del pueblo y de nuestra tierra, que no avale y reproduzca en la provincia las recetas nacionales de ajuste, tarifazos y de vía libre a los avances colonialistas en nuestro territorio.. Llamamos una vez más a las autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo de la provincia a asumir el compromiso de trabajar por la unidad de la sociedad fueguina.
