El malestar de los exportadores crece a medida que pasan los días y no llega la ayuda prometida por el Ministro de Agricultura de la Nación, Ricardo Buryaile, en una reunión en la que también estuvo presente el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet.
“Empezamos a exportar porque en una reunión del mes de febrero, el Ministro Buryaile nos prometió que iba a conseguir, a través de la provincia de Entre Ríos, 100 millones de pesos. Pero después todo cayó en un saco roto», resume el Dr. Mariano Caprarulo, Director Ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA (CECNEA).
Según el titular de la CECNEA, los años buenos de la actividad se acabaron allá por el 2008. «Desde el 2002 hasta el 2008 conseguimos tener buenos niveles de rentabilidad y mantener bien las quintas y la exportación. De 2008 a 2010 empatamos. Desde 2010 hasta la actualidad hemos venido perdiendo muchísimos recursos y rentabilidad, por factores exógenos y endógenos, sobre todo».
Si bien Caprarulo se encargó de aclarar que los exportadores ven con buenos ojos las medidas económicas que adoptó el gobierno nacional y los efectos positivos a mediano y largo plazo, temen que la citricultura no llegue a disfrutar de esos tiempos mejores si no recibe «de inmediato» el auxilio del Estado. «Si el Estado o el gobierno actual dice que va a ayudar a las economías regionales y no toma medidas ejecutivas, más allá de que al mediano y largo plazo tengamos políticas serias, nada de eso sirve», aseguró.
Caprarulo explicó que el sector «necesita un pulmón para poder llegar en pie al momento en que el país teóricamente esté de nuevo en movimiento. Y ese pulmón no aparece a pesar de que el Ministro Buryaile nos dijo que le iba a prestar los 100 millones de pesos al gobierno de la provincia; con el gobernador Bordet presente en la reunión y delante de él, lo dijo. Pero después todo cayó en un saco roto», reiteró.
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