Por Martin Torres:Propuesta financiera para el Nuevo Pacto Federal

Mart 09/06/2020.- El país y la democracia argentina de este siglo, llega a la actualidad con una deuda atroz para con el 40% de su población, lo que trae aparejado el atraso y el indesarrollo indirecto de otro porcentaje que no estamos en condiciones de medir. Honrar esta deuda, es una cuestión impostergable, en primer término, por parte de quienes gobiernan y de nuestra inteligencia política. Tan inhumana e impostergable, que debe llamarnos a soluciones urgentes, si es que coincidimos en estas definiciones.

Se propone dirigir una mirada y una acción concreta hacia quienes no pueden esperar potenciales resultados, de debates y Comisiones. Estos son, la gran masa de aquellos que, por estar desocupados y no participar del aparato productivo con su trabajo intelectual o manual, carecen de posibilidades dignas en el seno de la sociedad y porque no, a quienes aún trabajando improductivamente, carecen de ilusiones e incentivos para progresar y hacernos progresar.
Para que esto pueda ser realizado ya, sin demoras electorales, se propone una medida en el marco del Nuevo Pacto Federal- que venimos planteando en notas anteriores -mediante la que: el Poder Ejecutivo Nacional y el Congreso, quien es el que recibe la autoridad constitucional en la materia, por medio de una Ley, reformen de una vez, el sistema financiero de Martínez de Hoz y la dictadura y creen los Servicios Públicos Financieros de la Nación, cuya esencia, se inspira en el Banco Nacional del Estatuto Constituyente de Crédito y Hacienda de la Confederación Argentina y que fuera aprobado por la Convención Constituyente el 9 de diciembre de 1853 y ocultado por Mitre y los porteños. Decía el Ministro de Hacienda Mariano Fragueiro que fue su inspirador y miembro informante de entonces:
«[…]Por eso, ese dinero a través del Crédito Público, debe ir a la sociedad para que de ella vuelva a distribuirse al Pueblo dando vida y promoviendo todo género de industrias. En síntesis, el Crédito Público tiene por fin crear para todos un Capital privado productivo.»
Ésta propuesta además, hunde su fundamento en la considerada por los estudiosos de la materia, como revolucionaria reforma financiera del Presidente Perón realizada en 1946.
El mismo deberá estar en cabeza de un BANCO FEDERAL en el que participen las Provincias y el Gobierno Central y tener una organización regionalizada y las provincias participar de una presidencia rotativa en ellas, junto con los representantes de trabajadores y productores. Esto permitiría luego, definir distintas políticas financieras (plazos y tasas) por región, de acuerdo con las actividades productivas de cada una que, por primera vez, serían trazadas de la periferia geoeconómica de la Nación al centro. Luego, representantes regionales, serían integrantes a su vez, rotativamente, de la conducción federal de la entidad, con la presidencia en manos del Poder Ejecutivo Nacional.
La cartera del BANCO FEDERAL no estará destinada principalmente para fomentar el consumo directo sino a financiar exportaciones y las inversiones productivas en bienes y trabajo para contener la desocupación; provocar la succión de los millones de hombres y mujeres de las administraciones públicas provinciales y municipales que no participan del progreso económico y de la juventud inteligente y capacitada que carece de financiamiento no leonino para sus emprendimientos y resulten fuentes de trabajo- muy especialmente -en actividades innovadoras, científicas y tecnológicas y para aquellas obras, que se establezcan por Ley del Congreso.
Mediante la Ley propuesta, la Legislatura de la Nación además, autoriza al BANCO FEDERAL a emitir por un valor a determinar, que permita un incremento sustancial del porcentaje del PBI destinado a financiar la inversión privada, hasta alcanzar valores acordes con las necesidades de un país- como el nuestro – que debe industrializarse, similares en principio, a valores iguales de nuestros países hermanos de Suramérica.
Como esta creación es una política específica, destinada a promover la actividad económica privada en sucesivas etapas, mediante emprendimientos productivos que incorporen a hombres y mujeres con distintas capacidades, para que esto se produzca, los proyectos deberán considerar su desarrollo y continuidad en el tiempo. Para ello, deberá establecer planes de largo plazo con correspondientes períodos de gracia y tasas acordes con los ciclos de las distintas actividades y realizaciones. Con la paralela adecuación educativa y la capacitación de nuestro Pueblo en el tiempo, que el Nuevo Pacto Federal asegurará, se irá abasteciendo la demanda humana que la iniciativa va a generar. Sirve el siguiente ejemplo para entender la necesidad de la
[9:07, 9/6/2020] Martin Torres: propuesta en la palabra del Presidente de la fabrica PETREL Sr. Antonietti, de aviones íntegramente fabricados en el país.
«Hay mercado. Tranquilamente podríamos trabajar con más gente y producir más aviones, pero lo que es muy difícil es conseguir financiamiento», y cuenta que regularmente lo llaman de México, Perú, Chile, Panamá y Brasil interesados por su producto. «No tenemos financiación -apunta-. Ningún banco quiere hacer leasing , ni siquiera los públicos, y las tasas nuestras son irrisorias comparadas con las de los competidores del mundo».
El respaldo y la utilidad de esta actividad, estará dada por la riqueza humana y física a incorporar al patrimonio nacional y el desarrollo integral que se propone permitir, recuperando personas a la dignidad humana y multiplicando el PBI, hecho que actuará incorporando productos contra la inflación y ampliando la base imponible y la recaudación, lo que dará lugar a la vez, a acelerar la reforma antiregresiva de nuestra legislación impositiva y licuar el déficit fiscal. Aun aceptando la necesidad de una modernización de la Administración Pública, esta iniciativa irá alejando la posibilidad de políticas de ajuste irracional de los Gobiernos, rechazadas por la sociedad.
Las urgencias expuestas y mi pensamiento humanista, no me permiten, porque tampoco es el objeto de esta nota, anteponer teorías o ecuaciones monetarias en el análisis de ésta iniciativa. Mucho nos hemos demorado en estas elucubraciones y todavía estamos ante esta deuda social impaga para con nuestras familias de argentinos, proscriptos hasta ahora por gobiernos insensibles a sus derechos humanos básicos. Decir nada más que, toda puesta en circulación monetaria, que se transforma en capital, al introducirse en el circuito productivo y por lo tanto es acompañada por la creación de bienes, no resulta inflacionaria, es bastante.
Estados Unidos de Norte América tiene entre sus planes, volver al ejemplo de F. D. Roosevelt, reinstalando una ley para regular el sistema financiero, conocida como «Banking Act» de 1933. La misma, fue derogada por el consenso de Washington y permitió la concentración bancaria y la crisis actual. No es casual tanto alboroto allí. De concretarse finalmente, resultaría una buena noticia en relación a la propuesta aquí formulada, por coincidir doctrinariamente con lo establecido financieramente por nuestros patriotas y por el español Hamilton (nació en la Sto. Domingo española) como un patriota mas, en los albores de la lucha Norteamericana por su independencia de Inglaterra.

Martin Torres diputado nacional MC y ex Gobernador de Tierra del Fuego.

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