Obediente, Zuccaro habló con los directivos del Club Union, un reducto my tradicional de Pilar con salon con aire acondicionado para unas 200
personas y los presionó para que rechacen la presencia de Solá, pese a que el salón ya había sido contratado.
Cerca de Solá hervían de furia contra el intendente ya que en sus épocas de gobernador le dio, aseguraron a La Política Online colaboradores de Solá: «una y mil ayudas a este traidor de Zuccaro».
Pero la pelea, que anticipa una campaña dura no se quedó allí, las calles de Pilar aparecieron tapizadas con afiches agraviantes hacia el ex gobernador.
Como sea, el flamante equipo de campaña del ex gobernador se las vio en figurillas para trasladar el acto y sobre la hora consiguieron otro salón, mucho más modesto.
El tema es que el incidente lo único que logró es darle mística a lo que iba a ser un aburrido encuentro partidario y se escuchó a un afiladísimo Solá, envalentonado ante los «aprietes» kirchneristas, con frases que encendieron a la concurrencia.
Fuente:lapoliticaonline.com