Nueva pelea: Brasil abre zonas francas y perjudica a la Argentina

Una ley permite instalar hasta 17 zonas francas nuevas en el territorio brasileño. Un nuevo frente de tormenta se avecina entre Argentina y Brasil. Es por la ley sancionada por el presidente Lula da Silva, en vigor desde ayer, que permitirá 17 nuevas zonas francas en territorios del nordeste y centro de Brasil. Esto abre las puertas a la apertura de fábricas que montarán productos con un elevado porcentaje de componentes importados. Pero el problema es que 20% de esa producción podrá ser destinada al mercado interno, lo que equivale a decir que entrarán en el Mercosur y, en particular en la Argentina, sin restricciones y con graves daños a la industria nacional.

En competencia desleal se filtrarán, ahora en forma legal, bienes fabricados casi íntegramente en otras partes del mundo, especialmente China. En Buenos Aires sonó la alarma roja. Según pudo saber este diario será el tema prioritario de la agenda en la próxima bilateral de los cancilleres Jorge Taiana y Celso Amorim, los días 3 y 4 de agosto en Río de Janeiro. Antes de esa cita, el asunto debe ser abordado en otra reunión: la de la comisión de monitoreo del comercio entre ambos países. Sus integrantes se encontrarán el 30 de junio en San Pablo y allí debutaría en las negociaciones con Brasil quien sería la secretaria de Industria argentina, Leila Nazer, en reemplazo de Miguel Peirano, ahora ministro de Economía.

Diplomáticos argentinos anticiparon a Clarín que la ley aprobada por Lula irá a generar un «durísima polémica» en el Mercosur. Recordaron que el Consejo del Mercado Común acordó dejar en funcionamiento sólo las zonas francas existentes: la brasileña de Manaos y la argentina de Tierra del Fuego. A estas podrían añadirse proyectos avanzados de Uruguay y Paraguay.

Las fuentes argentinas indicaron a este diario que ni la diplomacia de Itamaraty ni en el Palacio del Planalto advirtieron o intentaron consultas previas con sus socios del Mercosur. El embajador argentino en Brasilia, Juan Pablo Lohlé, alertado sobre la votación que se venía, dio instrucciones a su equipo para seguir paso a paso la sanción de la ley. El diplomático se reunió la semana pasada con dirigentes de la Federación de Industriales de San Pablo. Es que la Argentina cuenta con ellos como un aliado clave: la FIESP considera que la medida sancionada por Lula es «muy negativa» para el resto de los industriales brasileños y buscará todos los medios para recortar lo que a priori define como «competencia desleal».

El ex embajador brasileño Rubens Barbosa, que asesora a la dirección de la entidad, indicó en declaraciones al diario Valor, que la medida «va a crear serios problemas con nuestros socios en el Mercosur y también en la Organización Mundial del Comercio».

Según contaron fuentes brasileñas a este diario, la ley que se publicó ayer en el Diario Oficial con el nombre de Creación de Zonas de Procesamiento de Exportación, se venía tramitando hace 11 años en el Congreso de Brasil. Entre las 17 zonas francas en proyecto las más avanzadas son las de Ceará, Maranhao, Mato Grosso y Mato Grosso del Sur.

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