Cuando toda la Argentina es sacudida por el faltante de gas que pone en jaque al sector industrial del país, existen quienes sólo buscan su beneficio económico a costa del sacrificio ajeno. Comercializadores de gas venden a valor de 200 a 300 dólares el decámetro cúbico del vital fluido. Un precio exorbitantemente mayor que el habitual en el mercado. Este mismo gas, que se les niega a las empresas, es el que comercializan firmas como ECS Energy Consulting Service, Pluspetrol y Gas Market, entre otras.
Por supuesto, estas empresas recibirían de productoras (como Repsol, Petrobras y Panamerican) el combustible que se les niega a los industriales que trabajan en el crecimiento del país para llevar a cabo estas increíbles transacciones.
Lo sorprendente es que estas últimas firmas mencionadas forman parte -junto a transportistas, distribuidoras y Enargas- del comité de crisis donde se decide a que industria se le corta el gas.
La Unión Industrial Argentina (UIA) informó que la crisis afecta a unas 5000 empresas por las restricciones en el suministro de energía. Esto se traduce en suspensiones de trabajadores y hasta caída en exportaciones. Algo vital para la economía nacional que no puede quedar en manos de especuladores.
Mientras tanto, el presidente Néstor Kirchner tomaría cartas en el asunto personalmente como hiciera en otras ocasiones.