El cliente
Cuerpo y alma: las fotos pertencen a la autopsia de una prostituta muerta a golpes por su fiolo
La relación mujer puta-mujer no puta
«La mujer invisible», la instalación con cajas del Plan Alimentario y los profilácticos que reparte el Estado entre las mujeres en estado de prostitución
Cada cama tiene colgada sobre el respaldar dos almohadas con preguntas y frases que formularon las mujeres de Ammar Capital en los talleres que se realizaron para pensar y producir esta muestra
El cuaderno donde los visitantes dejan sus mensajes
La foto de frente y perfil con la que Ammar expresa su posición sobre las políticas de Estado hacia el sector: profilácticos y Código Contravencional
La presentación de las mujeres de Ammar Capital durante la lectura del manifiesto que escribieron con el título «Estoy aquí para decir basta»
En el sótano de la Iglesia Metodista de Flores, María Galindo (en el piso) coordina el taller sobre «Tomar la palabra», luego del cual las participantes escribieron el manifiesto con el que presentaron la muestra
María Galindo y Sonia Sanchez. La bandera que dice «basta» y el público en el Bauen
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El arte de la rebeldía
Mujeres Creando dixit
Sobre la muestra
«Estoy aquí para decir basta»
La muestra «Ninguna mujer nace para puta» se inauguró el jueves 4 a las 19 sin palabras: todo lo que sus organizadoras tenían para decir ya estaba dicho. La propuesta, entonces, fue dejar que se escuche el grito que brota de las tres camas que ocupan el centro del salón: una dedicada a la relación mujer puta-no puta; otra dedicada a los crímenes impunes y otra al cliente, la única deshecha y con profilácticos desparramados por el piso y entre las sábanas. El círculo central se completa con una instalación realizada con cajas de Plan Alimentario Nacional, sobre la cual se apoyan carteles que resumen la información de una encuesta que entre sus 400 afiliadas realizó Ammar Capital. Así se informa que entre las mujeres que se prostituyen en los barrios de Flores, Once o Constitución la mayoría tiene más de tres hijos, vive en casas tomadas o habitaciones de hotel, son analfabetas o no tienen la primaria completa y sus problemas de salud más frecuentes son el HIV/Sida, la hipertensión y la depresión. A este menú de urgencias, el Estado responde con esas cajas de alimentos. Y profilácticos. Allí están, entonces, desnudándose ante la vista del público las políticas oficiales.
El círculo que se traza en la pared es, en cambio, histórico. Comienza con unas fotografías de frente y perfil halladas en el archivo policial de La Paz. Son los rostros de mujeres criminalizadas por ejercer la prostitución a principios de siglo. Le sigue la serie de 20 fotos de Lupanar. Se trata del contenido de un rollo que encontró en el basura la hija del fotográfo Ricardo Ceppi y que ilustran la tarde que pasaron en un prostíbulo de provincia un grupo de muchachos de buen porte. Ceppi investigó el origen y llegó hasta donde pudo: las fotos pertenecen a los años 35 al 40, en un lugar indefinido de Buenos Aires, que supone al norte de la provincia.
El círculo se cierra con las fotos de frente y perfil de una integrante de Ammar Capital. En la primera lleva una caja de alimentos en la cabeza y sostiene el cartel que la condena: es el artículo del Código Contravencional porteño que penaliza la oferta de sexo en la calle. En la segunda, ojos y boca están cubierto con profilácticos y el cartel que tipifica el delito es una lectura más profunda de lo que condena ese Código: «por portación de rostro».
En un costado, un sillón y un espejo proponen sentarse y mirarse a los propios ojos mientras se escucha desde los auriculares el testimonio de una mujer prostituta. Es una historia real, pero narrada por un coro de voces, entre las cuales está la inconfundible Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo. Por último, un cuaderno espera lo más importante: tener registro de qué le pasa a cada quien con lo que allí está dicho. En esta muestra las Mujeres Creando y Ammar Capital esperan que, finalmentente, alguien hable junto a ellas.
La presentación en el Bauen
Cuando uno se sube a una montaña rusa va con los puños cerrados por la adrenalina, tenso y nervioso porque el cuerpo se sacude. La presentación de “Ninguna Mujer Nace para Puta” organizada por AMMAR Capital de Argentina y Mujeres Creando de Bolivia, en el salón Cascada del recuperado Hotel Bauen, fue como la montaña rusa. Pero del cerebro.
Alrededor de las 19 del miércoles 26 de abril la organización enfrentó un nuevo desafío ¿Cómo hacer para que entren más de 100 personas en un auditorio para 50? Finalmente las 100 personas se transforman en 500 y el encuentro se mudó de salón. AMMAR es una sigla que originalmente se refería a las “mujeres meretrices”, pero hoy se transformó en un nombre en sí mismo: AMMAR es ahora la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos) se pusieron de pie frente al auditorio repleto y extendieron una bandera: “Estoy aquí y digo basta”. Luego, con el dolor hecho voz, de a una, comenzaron a leer los textos preparados para esta presentación:
“Soy una mujer no una cosa. Me expropian mi cuerpo los proxenetas, los clientes, los policías, los políticos, los sindicalistas. Y hoy estoy aquí para decir basta”
“Soy una mujer organizada. No me refiero a cómo me organizo para planchar, cocinar. Me organizo para ser una mujer autónoma y libre. Me organizo porque estoy harta de las injusticias. No estoy sola contra el mundo y estoy aquí para decir basta”.
“Al Estado le pregunto: por qué no tengo trabajo. Por qué no tengo educación, por qué no soy dueña de decidir sobre mi vida y mi cuerpo. Estoy aquí para decir basta”.
“El Estado nos quiere conformar con una caja de alimentos. El Estado quiere crear dependencia en nosotros a través de programas vacíos que son una manera humillante para taparnos la boca. Estoy aquí para decir basta”.
“A la sociedad le digo, señor, señora, no crea que me gusta estar parada en la puerta de su casa, por eso hoy día le aclaro una cosa, no sea hipócrita. Mis clientes son sus maridos, hermanos, primos, hijos. Señor, señora no necesito su condena. Se la devuelvo. Y estoy aquí para decir basta”.
“La prostitución es un tema de todos. La prostitución no es un tema de las putas sino de todos, luchá conmigo, gritá conmigo. Estoy aquí para decir basta”.
¿Cuándo te vas a sacar la máscara?
Tras la emoción y los aplausos, las mujeres tomaron asiento para dejar el micrófono a Sonia Sánchez, también de AMMAR, que se quedó de pie frente al auditorio y además de dar oficialmente la bienvenida y agradecer a colectivos y personas que colaboraron, dio un discurso. Cada palabra un latigazo, para interpelar a la sociedad:
“Puta. Prostituta. Trabajadora sexual. Dama de compañía. Y tantos otros adjetivos que le pones vos. Todos esos más estos que yo he nombrado. Todo sobre un mismo cuerpo, todo sobre una misma subjetividad. Por eso yo hoy quiero charlar contigo, quiero reflexionar contigo, porque lo sé, lo siento, lo vivo y lo padezco, no son sólo adjetivos, es la acción directa sobre nuestros cuerpos, acción que lastima y violenta cuerpos jóvenes, cuerpos adultos, despersonalizados, envejecidos, acción que violenta y lastima. Acción que te despersonaliza, te mutila y te margina. Acción que es admitida, sostenida y fomentada por el poder político. A través de sus leyes, a través de las violaciones de los tratados internacionales. Acción que es admitida, sostenida y fomentada por este Estado corrupto y proxeneta que tenemos, que a través de sus políticas sociales –¿gran nombre no?- lo único que hacen es crear dependencia y humillarnos. Con programas vacíos de inclusión. Acción que es admitida por el poder de la Iglesia que a través de ese bendito ” por mi culpa, por mi culpa y por mi gran culpa” los hombres son pecadores. No puede ser que hoy en el barrio de Flores compañeras nuestras tengan que rezar una hora antes de sentarse frente a un electrodoméstico como lo es una computadora. Es una acción que es admitida por la sociedad por omisión, por proteger, ocultar, resguardar al prostituyente que está en las casas de todas y de todos. Por eso digo y lo sostengo: la prostitución no es sólo problema de las putas y las travestis, la prostitución es tema de todas y de todos.
Nosotras comenzamos a apropiarnos de nuestro cuerpo. Algunas. Comenzamos a apropiarnos de la palabra. Algunas.
Comenzamos a apropiarnos del decir. Algunas.
Y comenzamos a apropiarnos del decidir. Algunas.
Y diablos que no es poco eso.
Y nos ha llevado la juventud y la mitad de nuestra adultez para conseguirlo.
Y no es poco.
Por eso hoy te digo a ti sociedad: hasta cuando vas a seguir impávida sobre nuestra situación. Hasta cuándo vas a seguir muda. Adormecida. Con tantas muertes y cuerpos mutilados de mujeres pobres, prostituidas. Sin justicia.
Hasta cuando sociedad vas a estar en esta actitud pasiva mientras yo estoy en la vereda de tu casa. Nosotras comenzamos a accionar, a reaccionar, a ser rebeldes, a ser desobedientes y es un trabajo de día a día de hora a hora, de años…
Y vos sociedad,¿ cuándo vas a estar con nosotras, acá al lado¿ Porque yo soy tu hermana, soy tu amiga, soy tu pareja, soy tu compañera, soy tu vecina,¿ cuándo vas a despertar¿
Nosotras comenzamos a sacarnos la máscara, y mi pregunta hoy es: ¿Vos cuando te la vas a sacar? ¿Cuándo? Ojalá no sea muy tarde. Gracias”
Sacudiendo a los intelectuales
Por si ya la audiencia no estaba suficientemente pasmada con la interpelación de Sonia, María Galindo de Mujeres Creando, sacudió entonces a los muchos simpatizantes de Evo Morales que habían en el auditorio y arremetió contra los intelectuales y los indigenistas bolivianos, el feminismo, la clase media y los espacios culturales. De pasó se despidió públicamente de las mujeres de AMMAR y explicó de qué se trata Ninguna Mujer Nace para Puta:
“Con la palabra de Sonia está todo dicho. Yo verdaderamente no tengo nada más que decir. Pero voy a aprovechar este tiempo que generosamente ellas me plantean de estar acá para contarles qué cosa es Ninguna Mujer Nace para Puta.
Porque Ninguna Mujer Nace para Puta no es una anécdota.
Porque Ninguna Mujer Nace para Puta no es un espacio más para consumir algún productito cultural, de manera rutinaria.
Porque Ninguna Mujer Nace para Puta no es un producto de consumo pasivo.
Ninguna Mujer Nace para Puta es una migrante, porque resulta que es una muestra que ha migrado de La Paz a Buenos Aires como tantas mujeres bolivianas, y tantas de nosotras en situación de prostitución también. Ninguna Mujer Nace para Puta nació en La Paz como una estrategia frente a una izquierda indigenista que pretendía decirnos que con la ascensión de Evo morales al poder, estamos tocando el cielo con las manos, estamos tocando el cambio social…
Por eso Ninguna Mujer Nace para Puta fue una impugnación del derecho que se atribuyen dos categorías de patriarcas: los intelectuales y los indígenas para decir que en sus manos y a partir de ellos las cosas cambian, dejando de lado a las mujeres.
Ninguna Mujer Nace para Puta es una estrategia de lucha porque es tomarnos el atrevimiento de salir de ese lugar de la calle, de ese lugar de invisibilización hacia la toma de un espacio cultural.
Para decirles a los espacios cultura que están llenos de polvo, que están llenos de una retórica conservadora, racista, homofóbica, proxeneta y que esa progresía , esa alternatividad de los espacios culturales no es tal mientras no sean tomados por los sujeto sociales, por nosotras las indias, las putas y las lesbianas juntas revueltas y hermanadas. Eso es Ninguna Mujer Nace para Puta. Así nació en La Paz.Y nació también para decir a esa lógica que además es transnacional y que además vienen desde los organismos internacionales; para decir que no vamos a permitir que la prostitución sea encorsetada, encasillada como un trabajo porque no es un trabajo”.
Sistemas de machos y fachos
Las palabras de María provocaron reacciones diversas en el auditorio, la mayoría interrumpió con un aplauso. Lo que dijo, cómo lo dijo, la fuerza y la espontaneidad –nadie en esta presentación excepto por las lecturas iniciales, habló con un papel en la mano- tuvo a todos los asistentes hipnotizados y movilizados.
“Ninguna Mujer Nace para Puta en Buenos Aires se convierte en otra cosa porque así es la migración, porque así es luchar juntas, así es hacer algo concreto juntas, porque tiene el efecto de una bola de nieve que adquiere otros colores, adquiere otras formas y resulta que en Buenos Aires, Ninguna Mujer Nace para Puta se convierte en una toma de la palabra que no admite ninguna tutela, una toma de la palabra sin tutela, no hay tutela institucional, no hay tutela intelectual, no hay ninguna forma de tutelaje sino que hay alianzas de hermanas que están convirtiendo Ninguna Mujer Nace para Puta en un espacio de convocatoria. De convocatoria a comunicarnos, a subvertir, a fortalecernos. Nosotras nos vamos y les deseamos a nuestras hermanas, amigas de AMMAR, suerte, fuerza, mucha mucha fuerza para esta lucha que va a ser abrir la muestra Ninguna Mujer Nace para Puta en el centro Borges , en el centro de Buenos Aires, en el centro de la hipocresía, el adormecimiento de la intelectualidad, el adormecimiento del feminismo, de la clase media, etc, etc, punto com. Termino con un grafiti: “Para todos los sistemas de machos y de fachos la mujer es una puta. Mueran los sistemas. Vivan las putas”.
Revolver el universo
Cerrada la presentación, se proyectó un fragmento de “Mamá no me lo dijo”, una serie de cortos producidos por María Galindo que fueron televisados en el primetime del canal boliviano más visto. En la pantalla armada artesanalmente con una cortina pudo verse un grupo de hombres desnudos alrededor de un obelisco en el centro de La Paz. Allí la mujer pinta y mide sus penes. La filmación muestra además las reacciones de la sociedad y la policía ante la acción de revelar los cuerpos masculinos, los clientes. Ver en ese momento y en la oscuridad del BAUEN, los rostros de algunas mujeres fue revelador, y sobre todo ver el rostro de algunos hombres que no participaron luego en el debate que se abrió.
Tras algunos desperfectos técnicos con la proyección que dan cuenta también de las trabas con las que trabajan y se organizan las mujeres de AMMAR y las Creando, comienza así la etapa de intercambio:
Un hombre -el único que hizo una intervención en todo el debate-:
-Por qué crees que el gobierno que tira a la mitad de la población a la calle, tomaría en cuenta el reclamo de ustedes?
Responde Sonia:
-Nosotras como mujeres pobres vamos y le tocamos la puerta al gobierno y decimos no queremos prostituirnos, queremos educación, capacitación y un trabajo ¡y sabe cómo nos responden? Con una caja de mercadería. Con esos fideos que se hacen masacote cuando los hago en un guiso…
-¿Y qué esperas entonces?- consulta el hombre. Sonia es clara:
-Yo del Estado no espero nada, espero de la sociedad que nos escuche y que se ponga del lado nuestro y que comencemos a caminar las calles. Contra el código contravencional en las calles éramos putas y travestis en las calles de Buenos Aires y nadie más. Salir a la calle es nuestra forma de decir acá estamos, de visibilizarnos, de apropiarnos.
Una mujer inquietante pregunta:
-¿Y qué proponen entonces ustedes, qué es lo que proponen para cambiar? No será solo caminar en las calles porque también se mueren chicos de hambre y a nadie le interesa. A un grupo sí, pero no es la mayoría…¿Qué proponen? ¿Cómo cambiar?
-¿Sabes qué pasa? –arranca Sonia-. Que nosotras nunca tuvimos voz. Siempre han legislado sobre nuestros cuerpos sin conocernos sin escucharnos. La propuesta es eso: decir que existimos, somos personas, pensamos y queremos ser escuchadas. Y estamos diciendo: queremos capacitación laboral, educación, salud, porque para nosotras la prostitución no es un trabajo. La prostitución golpea, viola todos tus derechos. Si ellos no quieren ver que estamos pidiendo capacitación, educación, es porque no les conviene.
La mujer intenta decir algo más, pero la interrumpe María:
-Es bastante cómodo asistir acá y decir ‘Y ustedes qué proponen’ justamente a nosotras cuando tan solo estamos planteando que la prostitución no es un trabajo. Eso revuelve el conjunto del universo de lo que entendemos por trabajo en la sociedad revuelve el lugar de las mujeres en la sociedad. Entonces, el discurso de estas compañeras es un discurso de una subversión in crescendo como un espiral subversivo. ¿Qué proponemos nosotras? Como mínimo, es lo que la sociedad se tiene que preguntar, es la idea de la convocatoria. Ese no es el problema de la compañera.
Que venga Kirchner
Una mujer joven de unos ventipico de años, de ninguna organización particular, dice:
-Primero quiero agradecer por haber planteado que la prostitución no es un trabajo. Yo soy mujer y nunca lo había visto así. Así que primero, gracias. Y segundo yo propongo que esto lo discutamos con los hombres y las mujeres que tenemos a nuestro lado.
Interviene después una compañera de AMMAR: “Yo soy prostituta, busco trabajo como empleada doméstica y me piden referencias. No las tengo. Si digo: soy prostituta señora ¿me van a tomar?.
-No- responden las demás.
María se dispone a moderar el debate y cede la palabra a otra mujer:
-Me parece que sería interesante hablar sobre una parte del video que es la que llama la atención sobre el cliente. Más allá de lo que hace el Estado con la pobreza, hay un punto sobre el cual parece que la sociedad no quiere hablar y que es el punto sobre la demanda de la prostitución y si existe esta cantidad de prostitución y de tráfico y consumo de cuerpos de mujeres para la prostitución es porque hay una gran demanda y esa gran demanda la generan los clientes. Creo que la reflexión a nivel de la sociedad tiene que ser sobre los clientes. Qué es lo que la sociedad reflexiona sobre esto. Me gustaría que pudiéramos no desviarnos demasiado de esto.
Vuelve a intervenir la mujer de AMMAR que preguntó cómo hacer para conseguir trabajo:
-¿No hubiese sido bonito que en esta reunión hubiese un policía, así nosotros le preguntábamos a ver qué piensa él?
Interviene a los gritos la dirigente Lohana Berkins de ALITT (Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual):
-No. Qué venga Kirchner que es el que manda a la Policía.
¿Y las que deciden prostituirse?
Desde el fondo, una travesti hace un planteo que desata más caos:
-Hay mujeres, personas que deciden prostituírse en todo el mundo. ¿Qué opinan ustedes de estas personas que deciden prostituírse, sacándole la carga moral? Como una opción laboral, porque explotación y maltrato laboral hay en todos los trabajos. Es una pregunta ¿Qué opinan ustedes de las mujeres que deciden, que tienen la capacidad de decidir y ejercer la prostitución por decisión propia y no por imposición del Estado?
María contesta:
-A mi me gustaría señalar dos ejemplos muy curiosos de ese supuesto proceso de decisión: uno es un ejemplo que recientemente recogí del País Vasco, charlando con una mujer que trabaja allí como parlamentaria. Resulta que ella comentaba que en el País Vasco, donde hay un nivel de vida muy alto, el 99% de las mujeres en situación de prostitución son del sur del mundo. Son las mujeres migrantes, Entonces eso ya te dice algo. ¿Y donde están las mujeres españolas que eligieron prostituirse? ¿Qué eligieron hacer las vascas en ese contexto?
La travesti repregunta:
-¿Pero no creés que una mujer que trabaja como empleada doméstica también es maltratada y también es pobre? ¿No creés que una mujer que es prostituta, tiene la capacidad de decidir y elegir prostituirse? ¿A vos qué te parece?
María es breve y quiere seguir con el debate. Sólo responde:
-A mi me parece que esa es una gran verdad del patriarcado.
Hay gritos que se mezclan y gana la que grita más fuerte.
-No vamos a ser autoritarias –dice Lohana Berkins-. Las putas y las que ponemos el cuerpo somos nosotras. Entonces a mi, sin descalificar a nadie, me gustaría decir que este es un debate que tenemos que saldar entre las putas, me gustaría escuchar a Sonia para saber qué es lo que ella piensa.
Sonia:
-Elegir y decidir lleva años. Nosotras comenzamos allá por el 94. Estaba Lohana y también otras compañeras. Se comenzó a pensar en la palabra puta y dijimos: no, es muy humillante. Se cambió por trabajadora sexual porque era una forma de invisibilizar tanto hostigamiento pero no significaba que nosotras estábamos eligiendo esa identidad. Fueron 10 años de lucha y de reconstruir, y hoy le estamos dando una vuelta más, superamos lo de trabajadora sexual, pero eso es porque venimos logrando a partir de un crecimiento interior. Sí sé que muchas de las que hoy están diciendo “soy trabajadora sexual” no van a la escuela de sus hijos a decir: “sí señora directora yo soy trabajadora sexual”. Se esconden. Entonces ¿de qué libertad me estás hablando ¿De qué libertad me estás hablando cuando no podés decir lo que sos, sólo lo podés decir en el submundo que es la prostitución? Y sólo el proxeneta y los que comen de tu vagina saben que vos sos trabajadora sexual. Va más allá de las palabras, hay que apropiarse del cuerpo. Si hablamos de decidir, hablemos de la libertad del decidir. Y eso lleva años de construcción. A algunas nos ha llevado toda la juventud y nuestra adultez y todavía tenemos que seguir apropiándonos de muchas cosas.
El grito de Sonia termina en un aplauso cerrado.
Luego María le responde a Lohana:
-No estoy de acuerdo en que este es un debate entre las putas y de las putas. Yo estoy acá como lesbiana, planteando una alianza solidaria y estoy acá como lesbiana, feminista boliviana. Y me la estoy jugando con las compañeras como ellas se la jugaron en Bolivia con nosotras. De la misma manera. Todo esto ha sido un esfuerzo por abrir este debate, por construir alianzas que no es lo mismo que tutelar voces. Eso es posible, y yo estoy acá ejerciendo esa palabra. No creo en el maternalismo o paternalismo. Si alguien viene y quiere arrinconar a la compañera nosotras vamos a salir al frente porque es exactamente lo mismo que pasó en Bolivia. Generamos un espacio, ponemos nuestros cuatro centavos, ponemos el esfuerzo por convocar a lugares y resulta que compañeras que están subvencionadas por el Estado, subvencionadas por el sindicalismo, quieren copar el espacio que abrimos desde la autonomía para instalar su falso debate.
Antidemagogia: el público cuestionado
Una mujer interviene para señalar su bronca son respecto a los insultos y maltratos a mujeres en supuestas marchas revolucionarias. Y una joven, muy curiosa en su discurso, dice:
-Hay mujeres machistas también.
Nuevos gritos que van y vienen. Una mujer trae un dilema:
-Plantear algo sobre la prostitución es hablar de algo mercantil. Lo que está detrás mucho más fuerte que es el dinero el poder, el sistema. ¿Estamos realmente en condiciones de cambiarlo?
Sonia le responde:
-Eso le preguntamos hoy a la sociedad. Empecemos a debatirlo en nuestras casas. La respuesta la hacemos entre todas y todos.
A modo de cierre y de despedida de Argentina, María concluyó:
-Es curioso, sorprendente e interesante que cuando abrimos un debate sobre prostitución un solo hombre toma la palabra, pero cuando hablamos de cambio social, son los hombres los que avasallan. Les agradecemos el haber estado acá, pero como nosotras no somos demagógicas ni en Bolivia ni en la Argentina ni en la China, les digo lo que pienso de lo que se dijo aquí hoy. La sensación es la de una dispersión en el debate, una dispersión terrorífica. Un uso de la palestra de cada uno para decir su teoría social, y eso es darle la espalda a los planteamientos concretos de las personas que hacen el esfuerzo para abrir estos espacios. Y esa imposibilidad del feminismo, de los partidos, del sindicalismo, de los intelectuales de sentirse convocados a cosas concretos y tener actitudes un poco más efectivas y un poco más humildes. ¿Hacia dónde vamos a ir cuando abrimos espacios de discusión y no hay capacidad de escucharnos y de respetar esos procesos? Abrir esos espacios que no es nada fácil
Tras los aplausos el cierre de Sonia:
-La sensación nuestra es que no se puede tocar temas de sexualidad. Se tocaron todos los temas menos el prostituyente, el cliente. Creo que con esta muestra, las mujeres pobres comenzamos a proponerle a la sociedad debatir sobre esto. Por eso los invitamos desde el 4 de mayo hasta el 15 en el Centro Cultural Borges, desde las 19 horas el día 4, y desde las 10 de la mañana hasta las 21 el resto de los días. Allí van a ver muchas cosas. No van a ver cuerpos desnudos, ni culos ni tetas, porque no nos vamos a exponer más. Va a haber fotos, videos, instalaciones, audios, textos y también un cuaderno para que escriban qué sienten, porque eso es lo que nos interesa. Y por eso es importante para nosotras el espacio de la muestra. Porque es una herramienta más de lucha y una forma de empoderamiento. Por eso lo digo de vuelta: el tema de la prostitución no es sólo de putas y travestis, sino de todas y todos. Los y las esperamos para comenzar a sacarnos las caretas.
Nosotras ya lo hicimos