La misma fuente comentó que después del intento fallido de presentarse en la localidad cordobesa de Jesús María, los músicos de Callejeros recibieron otros tres ofrecimientos de Rosario, Santa Fe y el norte argentino, pero «todavía no hay nada confirmado, aunque es muy posible que sea abril el mes elegido para el regreso».
Uno de los abogados defensores que trabaja en la causa en contra de la banda, Eduardo Guarna, expresó, por su parte, que «los músicos compraron algunos instrumentos y otros se los prestaron, pero ninguno se puso a su nombre para evitar posibles embargos».
«Ahora tienen embargos de 10 millones de pesos cada uno y también hubo otros instrumentos que les fueron robados, como unos platillos del baterista que están siendo ofrecidos por internet», precisó el abogado.
En declaraciones radiales, Guarna explicó que «la recaudación de los shows no sería posible embargarla en su totalidad porque está a nombre del productor. Sólo sería posible embargar lo que cobran los músicos, que ronda en el 20 por ciento del total».
Según los mismos allegados al grupo, es probable -aunque aún no está confirmado- que antes de que finalice la semana el vocalista del grupo, Patricio Santos «El Pato» Fontanet, junto con el resto de la banda, formule algunas declaraciones a la prensa.
Los integrantes de Callejeros están imputados en la causa Cromañón por el delito de «estrago doloso».
El juez Julio Lucini sostuvo que «el grupo vio el peligro del incendio, que incluso hubo uno en un recital realizado dos días antes y que no se hizo nada para prevenir lo que pasó la noche del desastre».
Además, tanto Lucini como la Cámara de Apelaciones insisten en que Callejeros tuvo un papel de co-organizador, que participó de la seguridad y que incentivaba el uso de bengalas. La pena para el estrago doloso es de 8 a 20 años de prisión.
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