Mañana se firma el decreto de congelamiento de combustibles.

El gobierno está diciendo que aplica la Ley de Abastecimiento porque no llegó a un acuerdo con las petroleras. Eso es falso. No existió por ninguna voluntad de la Casa Rosada en negociar con los privados.
La Secretaría de Energía dijo que buscaría acordar el congelamiento con los privados, según un comunicado distribuido ayer a la noche a los periodistas. El ministro de la Producción, Dante Sica, afirmó que Lopetegui se reuniría hoy a la mañana con los empresarios del sector.
Eso nunca ocurrió. Ni siquiera se cursaron las invitaciones a los privados. Nunca hubo voluntad de acordar. La única negociación del gobierno fue con los ejecutivos de YPF, la mayor empresa del mercado, que es controlada por el Estado.
La propuesta de YPF a Lopetegui y al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, era aumentar un 4,5% hoy a las cero horas. Estaba acordado, desde antes de las elecciones, que los combustibles aumentaban el 13 o 14 de agosto.
El gobierno incumplió su palabra por decisión de su mesa chica. Frente a eso, YPF le transmitió a Lopetegui que no estaba dispuesta a firmar ningún tipo de acuerdo que implique un congelamiento.
Eso expondría a los directivos a ser denunciados penalmente en EE.UU. por inversores privados que tiene un 49% del capital. Los ejecutivos de YPF prefieren que el gobierno congele los precios con la Ley de Abastecimiento para evitar cualquier responsabilidad legal en la decisión.
Las más perjudicadas son las productores que están en Vaca Muerta, como ExxonMobil, Chevron, Vista Oil&Gas, Petronas, Equinor y Shell (upstream), que a partir de mañana empezarán a cobrar cerca de 40 dólares por barril. Con ese precio, no es rentable invertir en Vaca Muerta y peligran Miles de puestos de trabajo.