Tal vez conocedor de la intranquilidad de sus aliados, Macri convocó a los bloques de senadores y diputados de la UCR y la CC-ARI para mañana, a las 19, en la quinta presidencial de Olivos. También están invitados los cinco gobernadores de Cambiemos, los dos de Pro (María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta) y los tres radicales (Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Gustavo Valdés), aún sin confirmación de todos ellos.
Las quejas por la situación económica y su correlato electoral fueron parte de la charla de la semana pasada entre los diputados de Cambiemos en la Patagonia, el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el titular de Anses, Emilio Basavilbaso. «Le comentamos sobre la imposibilidad de hacer campaña con la situación económica que hay. Estamos muy preocupados», afirmaron desde el bloque de diputados de la UCR.
Para los legisladores, mañana habrá un anticipo a las 11, cuando el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne los reciba para explicarles la marcha del plan económico y las perspectivas para los próximos meses.
La necesidad de cambiar (sin dejar de apoyar sin condiciones al Presidente, recalcan) es un reclamo que los representantes de la UCR vienen repitiendo en la mesa compartida cada quince días con Marcos Peña, Vidal, Frigerio y Rodríguez Larreta. «Falta un liderazgo más afectivo, que le explique a los argentinos por qué llegamos a esta situación y como salimos de ahí», afirmó uno de los radicales que conoce bien esos diálogos, de los que participan los gobernadores (Alfredo Cornejo, Gustavo Valdés y Gerardo Morales), los jefes de los bloques parlamentarios (Mario Negri y Luis Naidenoff) y el ex senador Ernesto Sanz.
El radicalismo, que insistió en esas reuniones sobre la necesidad de que el ajuste «sea equitativo para todos los sectores», presionó sin éxito para suspender la baja de las retenciones a la soja, aunque el Gobierno sí anunció una semana después la suspensión de las rebajas a las retenciones para los subproductos del «yuyo», como lo denominaba la ex presidenta Cristina Kirchner. «Hay que prestarle atención a la micro, las pymes que dan 11 millones de puestos de trabajo y están muy complicadas», advirtió un dirigente radical, cuyo consejo llegó a los oídos del propio Presidente.
Además de reclamar medidas, los radicales siguen insistiendo en la necesidad de un «acuerdo amplio» con el PJ que «asegure una gobernabilidad que está comprometida en el día a día». Encuentran eco, según supo LA NACION, en Frigerio, Vidal, Rodríguez Larreta y el titular de la Cámara baja, Emilio Monzó. En la teoría, también Peña coincide con el diagnóstico, aunque algunos de sus interlocutores de la mesa chica creen que ni él ni el propio Macri están desesperados por encontrar un acuerdo global con las distintas corrientes de peronistas. «No sabemos, si es que acordamos, si los peronistas lo van a cumplir», reciben como respuesta los promotores más entusiasmados con una confluencia que vaya más allá del presupuesto 2019.
Mientras mantiene un sugestivo silencio, y según fuentes partidarias, Cornejo está pensando en adelantar para abril o mayo las elecciones en Mendoza (no podrá ser candidato), en sintonía con gobernadores de provincias gobernadas por el peronismo como La Pampa o La Rioja, que se disponen a separar las elecciones a gobernador de las presidenciales.
«Falta mucho para 2019», le advirtieron cerca del Presidente a los radicales que ya se quejaron.
