Acusados de torturar soldados en Malvinas pretenden impunidad

Este miércoles 23 de Agosto, se llevará a cabo la audiencia prevista por la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia con las querellas que representan a los cientos de soldados que a 36 años de la guerra de Malvinas aún reclaman justicia por las graves violaciones a los derechos humanos que sufrieron por parte del personal de cuadros de las FF.AA Argentinas durante el conflicto armado con Gran Bretaña en 1982.

Miérc.- 22-08-2018.- La misma está prevista a las 10.40 hs. en la sede de la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, situada en calle 25 de Mayo 401 de dicha ciudad, donde se harán presentes los abogados representantes del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas CECIM La Plata, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y de la Comisión Provincial por la Memoria, todos en carácter de querellantes.

Como lo venimos advirtiendo desde el CECIM La Plata, hay una fuerte presión por parte de los más de 90 imputados en deslegitimar las denuncias de los soldados conscriptos y que todo quede bajo un manto de la impunidad.

En mayo pasado el fiscal federal de Río Grande Marcelo Rapoport, con asistencia de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, pidió por primera vez desde el inicio de la causa en 2007 la detención y declaración indagatoria de 26 militares.

Los imputados acusados de los estaqueamientos (crucifixión en el suelo), enterramientos, inducción de corriente eléctrica (picana),  asesinatos, muertes por hambre, antisemitismo, intentan con argumentos de prescripción y deslegitimación el cierre de la causa.

Desde el CECIM La Plata sostenemos que es necesario que el poder judicial asuma la responsabilidad de afrontar la investigación por tratarse de“graves violaciones a los derechos humanos” cometidas en el contexto de terrorismo de estado.

Esta causa tiene 10 años de acumulación de pruebas, donde se aportaron los propios archivos secretos de las FF.AA desclasificados en 2015, documentos oficiales que comprueban con las actas firmadas por los soldados al regreso de Malvinas, los hechos aberrantes que fueron sometidos, las órdenes emanadas por los comandantes en jefes para encubrirlas y todo un diseño de inteligencia militar para que no trascienda a la opinión pública.

Con tantos testimonios de las víctimas y los testigos, pruebas irrefutables, deberíamos estar en el plena etapa de investigación con los llamados a indagatoria como lo solicitó el fiscal Marcelo Rapoport y no en un entramado de chicanas judiciales de quienes tienen que dar explicaciones a todos los argentinos de lo que hicieron en Malvinas con sus soldados.

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