Jefe de gabinete del Presidente de Argentina: “Que gobiernen Macri y Piñera es una oportunidad histórica”

Juev 05/04/18.- En esta entrevista con La Tercera, Marcos Peña, el hombre clave del macrismo, estima que argentinos, chilenos y brasileños “deben converger”. Además dice que su gobierno no es ideológico, sino que pragmático.

Una delegación del más alto nivel del gobierno argentino encabezada por el jefe de gabinete, Marcos Peña, aterrizará hoy en Santiago para participar en Maipú el marco de la conmemoración de los 200 años de la batalla que reafirmó la independencia de Chile. El hombre fuerte de la administración de Mauricio Macri estará sólo unas horas en la capital, acompañado por el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Fulvio Pompeo, una suerte de asesor del Ejecutivo en temas de política exterior, Seguridad y Defensa. También estarán presentes el canciller Jorge Faurie y el ministro de Defensa, Oscar Aguad. Se espera que además de realizar los primeros encuentros con sus pares de Chile, el cuarteto continúe los preparativos para la visita del Presidente Sebastián Piñera a Buenos Aires el próximo 25 y 26 de abril.

En esta entrevista con La Tercera, concedida antes de partir a Chile, Peña señaló que “es una oportunidad histórica” la coincidencia en el gobierno de dos amigos como Macri y Piñera. Así, abogó por gobiernos más pragmáticos que ideológicos, y dijo que la experiencia chilena en materia institucional y económica era para el gobierno macrista algo “muy valioso”. Además, pidió “converger” en una mirada bioceánica también con Brasil.

¿Para el gobierno de Mauricio Macri llegó con Piñera la hora de tener a su gran aliado en la región?

Es una oportunidad histórica, porque a lo que ya es una relación estratégica para Argentina como la relación con Chile, el hecho de que convivan dos personas que se conocen desde hace mucho, que comparten una amistad y comparten muchas cosas sobre la forma de ver nuestro lugar en el mundo, la forma de gobernar y la visión de desarrollo para esta zona genera una oportunidad realmente única.

¿Qué planes tiene el gobierno argentino con el de Piñera?

Lo primero es ir barajando lo que es la agenda bilateral, que tiene muchos temas. Justamente, en este viaje a Chile, además de acompañar en el aniversario de la Batalla de Maipú, tendremos algunas reuniones de trabajo preparatorias del viaje que va a tener el Presidente Piñera a fin de abril acá a Buenos Aires, donde un poco la idea es empezar a repasar todos los temas para poder profundizar al máximo la relación bilateral.

Macri tuvo buena relación con Bachelet, pero ¿qué temas no pudieron avanzar y quedan pendientes?

Sí, la relación ha sido muy buena. Diría que hay que seguir trabajando en la integración de la infraestructura, como un desafío central. Tenemos el desafío de seguir pensando políticas de integración económicas, en general; seguir trabajando en todo lo que es la mirada de articulación de todos nuestros sistemas productivos, en cada uno de los lugares de ambos países; todo lo que tiene que ver con lo económico. Y por supuesto, en todas las áreas de los gobiernos hay temas para trabajar en conjunto. Siendo dos países que están hermanados por la geografía y por la historia, hay muchísimos proyectos en desarrollo que hay que seguir llevando adelante. Y después, también, por supuesto, trabajar la agenda compartida en la región y en el mundo, de pensar juntos todo lo que podamos hacer en ese sentido. Ahora Chile es invitado al G20 por Argentina (tendrá lugar en Buenos Aires el 30 de noviembre y 1 de diciembre), y es una muestra también de una mirada que tenemos de nuestro lugar en el mundo.

¿Con un Brasil en crisis e incertidumbre política, el eje Macri-Piñera instala un polo de centro derecha en la región?

Nosotros no miramos tanto la cuestión por los ejes ideológicos más clásicos del siglo XX, sino que buscamos trabajar una agenda pragmática, de integración y de proyección al mundo, y donde esperamos que podamos incluir en ese trabajo a Brasil, que más allá de las distintas situaciones que ha tenido que vivir en los últimos años, hemos mantenido un trabajo muy fuerte (con Brasil) y esperamos que después de la elección se pueda seguir haciendo. Argentina, Brasil y Chile, como hace mucho tiempo se viene planteando, son tres países que creemos que deben converger, no pensarlo como una u otra relación, sino converger en una mirada bioceánica de aquí del sur de las Américas.

¿Hay planes nuevos concretos con la gestión que inició Sebastián Piñera?

Nosotros somos respetuosos. Piñera acaba de asumir y justamente viajamos (a Chile) para empezar a trabajar todos los temas que había pendientes. Vamos a escuchar al nuevo gobierno, las prioridades que tiene, los temas que continuará, los temas que cambiará, y los nuevos temas que impulsará. Y por eso es que rápidamente vamos con el canciller Faurie, con Julio Pompeo y con Oscar Aguad, para darle máxima prioridad, como nos ha pedido el Presidente Macri, a esta articulación de los dos equipos de gobierno. Eso es otra cosa que comparten Macri y Piñera, que son hombres de trabajo en equipo y hombres de gestión, con lo cual el tema ya es sentarnos a trabajar y poner manos a la obra.

¿La crisis de Venezuela y el proteccionismo de Donald Trump, están en la agenda bilateral?

El tema Venezuela es un tema en el que venimos trabajando con Chile desde el Grupo de Lima, donde, por lo que ya sabemos y hemos conversado con el equipo de Piñera, compartimos una mirada y la preocupación. Pero para eso es que tenemos esta primera charla, para poder repasar un poco los pasos a seguir.

Macri se ha mostrado admirador de Chile en la cuestión del sistema político de alianzas, un Estado más chico, un país dentro de la OCDE y con una economía muy abierta comercial. ¿Usted que piensa?

Pienso que siempre hemos tenido un enorme respeto por el proceso institucional y económico que Chile ha desarrollado en todos estos tiempos. Creemos que si bien cada país tiene su perfil, su historia y su identidad, y es muy difícil replicar modelos, en la cuestión de la calidad institucional sobre todo, la experiencia chilena es muy valiosa. Y sin duda Chile ha sido un país que se ha animado a abrirse al mundo y que hoy tiene un vínculo muy aceitado con la idea de exportar y comerciar con el mundo, cosa que para nosotros es una meta. Creemos que es la mejor forma, la única forma, en la que podremos salir de la pobreza y la desigualdad que tenemos como país. Así que sin duda tenemos mucho para mirar en la experiencia chilena y mucho que trabajar en conjunto.

¿Cómo ve que la centroderecha de Piñera también contemple mantener políticas sociales de Bachelet?

Como dije, me parece que estamos hablando de liderazgos que no se basan en lo ideológico, sino en lo pragmático y en lo mejor para su población. En eso confiamos que tenemos una mirada común, y sobre todo liderazgos que pretenden ser contemporáneos, que quieren que estos lugares del mundo que habitamos con mucho orgullo, el sur de las Américas, sea protagonista en este siglo XXI. Y para eso necesitamos gobernantes abiertos, modernos, transformadores, y sabemos que Piñera llega con esa impronta, con un equipo que tiene la posibilidad de capitalizar la experiencia de su gobierno anterior, así que estamos realmente muy ansiosos por ponernos a trabajar en conjunto.

Argentina siempre se mantuvo ecuánime en el conflicto de Chile y Bolivia por la demanda marítima ¿Cómo sigue?

En principio no va a haber ningún cambio, pero ese es un tema para hablar con la cancillería.

El Estado chileno sigue pidiendo la extradición del ex guerrillero Sergio Galvarino Apablaza y por otro lado la justicia chilena pide la del líder argentino de la RAM, Facundo Jones Huala. ¿Qué hará el Ejecutivo de Macri si así lo decide la justicia local?

En el caso de Apablaza, la CONARE (Comisión Nacional de Refugiados) ya resolvió quitarle la condición de refugiado, pero él lo apeló, con lo cual ahora está en sede judicial. Hemos acompañado ese reclamo de Chile. Y lo mismo en el caso de Jones Huala, que también está en juicio. Lo que a nosotros sí nos parece es que todo aquello que podamos hacer para aceitar y fomentar la cooperación en este tipo de casos, es lo que corresponde, entendiendo que el límite pasa por aquello que define la justicia.

El gobierno de Macri tiene muy buen desempeño e imagen en su política exterior, pero problemas internos. ¿Cómo resolverán sus problemas de minoría en el Congreso, la inflación y las reformas pendientes en la economía argentina?

Primero, estamos entusiasmados. Hace pocos meses ganamos la elección de mitad de término, luego de dos años difíciles, y ahora estamos terminando el séptimo trimestre consecutivo de crecimiento, con una economía que va mostrando una robustez cada vez más importante, entendiendo que todavía estamos en una transición, pero ya claramente lo más complejo ha salido adelante. Con un Congreso en minoría, hemos logrado muchos acuerdos muy importantes, y con un apoyo de la población muy alto. Con lo cual si miramos adónde estábamos hace dos años y adónde estamos ahora, realmente ha sido muy positivo. No existe ningún país del mundo que no tenga dificultades y desafíos, pero somos muy optimistas de que realmente en este caso estamos logrando sentar las bases para un crecimiento de largo plazo en el país.

“La justicia está actuando con total libertad”

¿Cómo cayeron en Macri y su gobierno las fuertes críticas que hizo recientemente Elisa Carrió (enojada porque el Ejecutivo quiere reducir dietas parlamentarias, la mediática diputada aliada al gobierno de Cambiemos puso en duda la “decencia” del Presidente entre otras críticas, aunque después pidió disculpas)?

A Carrió la queremos mucho y la valoramos enormemente, y entendemos sus opiniones. Después ella tiene sus puntos, dentro de la absoluta libertad que tienen todos los miembros de Cambiemos para expresar sus posiciones, pero con la convicción que nos une, una profunda unión, en términos de valores y hacia dónde queremos ir como país. En Cambiemos eso ha permitido construir una alternativa con valores republicanos, con valores contemporáneos, que le dan una estabilidad distinta al sistema político.

¿O sea que la crítica de Carrió está permitida en Cambiemos?

Por supuesto, siempre estuvo permitida, al igual que puede estar la del Presidente. Pero en general se da en el marco de un enorme respeto mutuo y de una convivencia transparente en cuanto a hacia dónde queremos que vaya la Argentina.

La corrupción política es casi un flagelo en Argentina. ¿Cree que la imputación del ex ministro de Cristina Kirchner, Julio de Vido por su responsabilidad en el esquema de financiamiento ilícito de Odebrecht, es finalmente el desembarco de esta trama en el país?

No sé. La verdad es que eso lo tiene que decir más la Justicia. Lo que sí nos parece importante es que hoy la Justicia está actuando con total libertad, con todas las herramientas necesarias para que se puedan esclarecer todos los temas y que no se esperen muchos años para esclarecerlos. Así que ojalá se pueda saber en este tema hasta el fondo de la verdad.

Fuente:la tercera (Chile)

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