Y agrego algo más, “No saben que no saben gobernar. Y nuestros presidentes rodeados de especialistas y con el soporte de oficinas de planificación muy anticuadas, cometen errores infantiles y carecen de las herramientas de gobierno potentes pata identificar y procesar los grandes problemas”.
En apretada síntesis este hombre que fue asesor de Salvador Allende, nos dice que estamos gobernados por gente cuyas ideas pecan de un infantilismo llamativo y que además sus promesas son solo eso y no solucionan los problemas de la gente porque son incapaces de generar un plan, una idea, Matus es y será por mucho un adelantado en planificación del estado.
Planificar, han oído ustedes a alguien del poder que diga “tenemos un plan”, no, nunca, siempre se gobernó desde la más absoluta ineficacia, mal informando, improvisando y esto también tiene que ver con la forma en que terminamos votando, cuando te hacen creer que todo está bárbaro y cuando terminan la gestión dejan al país o la provincia poco menos que fundida.
Harto de todo esto y de la mediocridad generalizada de la dirigencia, donde la pobreza se cuenta y no se elimina, donde la inseguridad es una sensación pero cada día vivimos más encerrados, donde se compran equipos médicos que no se puede usar porque no hay médicos, donde se habla de bienestar y los sueldos están congelados, la educación es prehistórica y los anuncios son solo eso, anuncios, porque nada tienen que ver con gestionar. Es que recurrí a Matus, por ahí estaba muy equivocado y fuera de sintonía, pero no, el profesor Matus, Economista Graduado de la Universidad de Chile, Master y diplomado de la Universidad de Harvard, me da la razón.
Pero claro quien se atrevería a plantear semejante cosa en una sociedad de analfabetos institucionales, un país que vota en el tiempo que se hace un asado, cuando solo vota el 30 o 40 % de los aptos para hacerlo. Quien osaría cuestionar las capacidades que quien ha sido votado por el pueblo, yo, yo cuestiono la subestimación de la inteligencia, de mi inteligencia y la de miles de ciudadanos que creemos que nos merecemos vivir mejor y que eso depende de los gobiernos que tengamos.
Un país donde hablas de voto solidario y te lapidan, pero ni siquiera por fanatismo, sino por ignorancia.
Un ejemplo de planificación es la del intendente de Rio Grande, rodeado de un equipo que genera cosas permanentemente y soluciona problemas en la medida de sus posibilidades, aun con retención de fondos, dualidad de gestiones e intromisiones y judicialización de temas tan inconstitucionales como pretender quitarle el impuesto inmobiliario avasallando la autonomía, y esto no lo hace un ciudadano analfabeto, lo hace un profesional, analfabeto institucional y por cuestiones económicas que van en detrimento de toda una sociedad, cosa que a unos y a otros les importan tres carajos, me refiero al que ordena y al que ejecuta este tipo de jurisprudencia.
Pero hay más, el analfabetismo institucional, hace que más del 60 % de la sociedad ni siquiera sepa cuales con sus derechos, ni que hablar de sus obligaciones, estas directamente no existen, en este escenario puede gobernar cualquier ineficiente, solo por ser políticamente correcto, porque el resto no tienen la más perra idea de que será lo que hará cuando asuma. Como estaremos de mal que el Concejal Juan Carlos Pino opina del derecho o no de las mujeres a formar parte del Concejo Deliberante de Ushuaia, cuando hay una ley de paridad que así lo exige, es lisa y llanamente una brutalidad.
Seguramente esto no les caerá simpático, bueno esa es la idea, que se hagan cargo que lo que nos gobierna y nos ha gobernado lo hemos votado nosotros, sin siquiera preguntarnos porque, para que y lo que es peor, después, producto de ese analfabetismo institucional, permitimos cualquier tipo de tropelía en nombre de la democracia, que solo Dios sabe cómo se sostiene con votantes y funcionarios de un nivel patético.
Esto hace que no se pueda entender un endeudamiento impúdico, una extranjerización escandalosa, que un sueldo se convierta en un favor, que la salud, la educación ya no sean obligaciones indelegables del estado, se hable de capitalismo salvaje, cuando el 60 % de la población en esta provincia vive de él, no se comprenda porque hay que resguardar los recursos naturales, no se entienda de donde sale el dinero para sueldos y si alguien con un cargo dice que no se puede pagar nadie, ni siquiera un gremialista se pregunte porqué, y como si todo esto fuera poco, tenemos a los contadores de pobres, eso que califican de record que 500 mil personas vuelen en Semana Santa y 6 millones estén pasando hambre, una idiotez del tamaño de nuestro país, es como el imbécil que cuenta los 70 mil que salen de la isla, mientras 50 mil, no llegan a fin de mes.
Por eso esta reacción, de hartazgo ante los opinologos del cualquier cosismo que tienen como único objetivo que usted siga siendo un analfabeto institucional, no se entere de cómo se negocia todo a sus espaldas y después no se hagan cargo, pero le muestren su colección de autos importados, mansiones y triplex como el de Lula, justificado por los mismos que justifican todos los curros en Argentina, haciendo gala de la famosa y tristemente célebre frase “roba pero hace”, el que roba aunque haga tiene que estar preso es una demostración de funcionamiento de las instituciones y la división de poderes, cosa que tampoco se le puede explicar a un analfabeto institucional.
Conclusión, entre los que pagan para que la realidad desaparezca y los que cobran para ocultarla, a lo que hay que sumarle el desinterés por saber qué es lo que está pasando, tenemos el coctel perfecto para que las próximas generaciones no sean un montón de idiotas por el uso abusivo del celular, sino porque el ejemplo que les dejamos que es el de una generación de idiotas que nunca fue capaz de planificar nada, ni en su casa, ni en su trabajo, ni en el gobierno, por eso estamos como estamos.
Armando Cabral