Tierra del Fuego es noticia a nivel nacional por su endeudamiento, un déficit de 2200 millones de pesos, un presupuesto, presupuesto, presuponer que va a tener ingresos por más de 20 mil millones de pesos el próximo año, pero ahora, ya, necesita 900 millones para pagar salarios y salario anual complementario porque no hay dinero.
La idea del gobierno nacional de hacer firmar a las provincias un pacto fiscal, antes conocido como Acuerdo de Responsabilidad Fiscal uno y dos, no fue más que plantear un ajuste generalizado que solo San Luis se negó a firmar y con fundamentos más que suficientes como para dejar a Dujovne y Frigerio sin palabras que pudieran refutar la catarata de violaciones no solo a autonomía provincial sino también al borde de vaciamiento provincial.
Pero claro, nadie habla de economía, simplemente porque no tienen idea, y además porque tiene un alto costo político decir hay que ajustar, pero yo recuerdo cuando Rosana Bertone me dijo en una nota en 2015 “nadie puede gobernar teniendo que destinar el 95 % del presupuesto a sueldos”, no no se puede, pero es lo que le toca vivir hoy, y además ya no alcanza con el 95%, porque espera asistencia de Nación para llegar a fin de 2017 medianamente tranquila.
Es una solución temporaria porque más tarde o más temprano, cuando Nación deje de enviar adelantos de coparticipación o las empresas dejen de adelantar regalías, las cosas van a tener una sola salida, ajusta.
Y hablo de hipocresía porque todo el mundo está dispuesto a ajustar…., al otro, a mí no, la dirigencia política no se da por aludida cuando Mauricio Macri dice hay que bajar el déficit fiscal porque el mayor gasto es el gasto corriente, el gasto en asesores, ñoquis, inútiles para todo servicio, gente adscripta que no va a trabajar, los que faltan con certificados truchos, las plantas políticas que no sirven para nada, que no aportan nada y nos cuestan carísimo, viáticos, desarraigos, pasajes, etc, etc. Todo eso lo pagamos nosotros.
Pero el gobierno nacional que hace?, se endeuda, coloca bonos, letras y otros papeles para tomar crédito a una tasa de locura, 6 0 7 puntos por encima de lo que pagan Chile, Perú o Bolivia, por eso en dos años tenemos 150 mil millones de deuda externa, eso lo trasladaron a las provincias, que ahora ya ni pueden reclamar nada, ni siquiera lo que les debían por regalías o coparticipación mal liquidada que es lo que hizo San Luis, ir a la corte suprema a reclamar lo que le corresponde y no lo que nación dispone.
Argentina se endeuda, para achicar déficit, toma más deuda, pero cuando hablan de achique tampoco toman la iniciativa de hacerlo y si lo hacen provincias como las que menciona La Nación en su nota del día lunes, cuando puso la crisis de Tierra del Fuego en el ámbito nacional.
Estamos en crisis, estamos complicados, pero aquí de eso no se habla, no se puede decir, no se puede opinar, salvo aquellos que aún le podemos decir a la gente lo que realmente pasa sin camisetas de ningún tipo, por ejemplo que de esta situación no se salva nadie, lo que tienen, ni los que no tienen, pero claro, a quien le importa?, por eso recomiendo leer esto que publico La Nación y saquen sus propias conclusiones:
Muy distinta es la situación en provincias como Tierra del Fuego, donde el pacto fiscal suma obligaciones a una coyuntura de crisis. En la provincia patagónica el personal administrativo ya no puede hacer horas extras y en el caso de los empleados operativos (un juez, un inspector) se las redujo a la mitad.
Tierra del Fuego integra el grupo de 13 distritos que no transfirieron sus cajas de jubilación y que serán compensadas mientras avanza el proceso, aunque difícilmente al ritmo que pretende la Casa Rosada. El traspaso tiene para todas las provincias afectadas un alto costo político. El distrito fueguino sirve para graficar el peso del déficit y su impacto en la proyección de las finanzas locales a partir de la firma del acuerdo fiscal. Con un déficit de $ 2000 millones, si no lo reduce drásticamente como pactó con el Gobierno, no sólo sufriría el recorte de fondos nacionales para obras. Quedaría, además, en la mira de sus acreedores externos, que podrían declararla en default y ejecutar sus regalías petroleras.
A ese panorama se suma algo que el gobierno de Rosana Bertone ya admitió públicamente: el año que viene no habrá aumentos salariales para el sector público. Conflicto en puerta para una provincia en la que el 95 por ciento del presupuesto se destina al pago de salarios.
Creo que no hay mucho que agregar, es lo que está pasando y lo que viene. Pacto Fiscal, reforma laboral, reforma previsional y presupuesto, provincia y municipios van a pagar los platos rotos.
Armando Cabral