Entre abril y octubre de 2017 se otorgaron 2,5 millones de créditos: La Revolución Argenta

mART 14/11/17 .- A partir de abril de 2017 el gobierno impulsó los créditos ARGENTA a través del plan 60×60 para jubilados y pensionados y la incorporación de beneficiarios de programas sociales, aumentando 12 veces los préstamos otorgados durante abril-octubre de 2016. • Entre abril-octubre de este año, se otorgaron 2,5 millones de créditos ARGENTA: 45% fueron para titulares de la AUH, 27% para Jubilados y Pensionados, 18% para beneficiarios de pensiones (PNC y PUAM), y el restante 10% a Asignaciones Familiares. • El timing de la medida muestra una estrecha relación con el calendario electoral: en abril mejoraron los beneficios para jubilados y pensionados, en julio se habilitó el programa ARGENTA a perceptores de planes sociales y en octubre a trabajadores formales.

Inclusión financiera en modo electoral

A mediados de 2012, el gobierno anterior lanzó el programa ARGENTA que ofrecía a los jubilados y pensionados del sistema previsional créditos accesibles de hasta $ 10.000 (y un monto máximo del 30% de sus ingresos netos mensuales) a devolver en 12, 24 y 40 cuotas y a tasas fijas en pesos. El objetivo en su momento era sostener el consumo interno, facilitando a sectores que tienen una elevada propensión a consumir una línea crediticia acorde a sus posibilidades financieras.

Los recursos de los créditos provenían del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), fijando un máximo de hasta el 20% de su cartera para tal fin. Recordemos que el FGS es una masa de ingresos que, principalmente, se constituyó por los activos trasferidos por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). De esta forma, dichos créditos se financian con recursos propios de los jubilados.

En los años subsiguientes a su creación, el programa ARGENTA fue sufriendo algunas modificaciones que ampliaron su alcance y los montos nominales otorgados, así como la aplicación de descuentos exclusivos para los jubilados en el consumo de distintos bienes y servicios. Sin embargo, fue recién este año que tuvo lugar la verdadera “Revolución ARGENTA”: el gobierno de Cambiemos no sólo le dio continuidad al programa, sino que elevó los montos, aumentó los plazos y amplió significativamente el universo de posibles beneficiarios a pocos meses de las elecciones.

Esta medida puede enmarcarse en las políticas de inclusión financiera que el Ejecutivo y el BCRA están llevando a cabo. Entre ellas destacan: la posibilidad de abrir cuentas sueldo gratuitas, la devolución del 15% del IVA en compras con tarjeta de débito (hasta un máximo de $300 mensual por beneficiario), y el sistema PIM el cual les permite a los titulares de prestaciones y programas sociales de ANSES, pagar, cobrar, enviar y recibir dinero con el celular, sin necesidad de gasta crédito ni internet. De hecho, el Ministerio de Finanzas puso en marcha el Consejo de la Inclusión Financiera con el objetivo de darle mayor institucionalidad a este tipo de políticas.

Si bien es cierto que esta medida permite a los sectores más vulnerables tener acceso a  préstamos formales a tasas bajas (en torno del 24% anual), el timing muestra una estrecha correlación con el calendario electoral. Un mes antes de las Primarias y en octubre el ejecutivo anunció la ampliación de beneficiarios del programa ARGENTA y se facilitó su acceso vía internet. Es que más allá de la decisión de impulsar la inclusión financiera, el efecto de la medida fue significativa en términos de consumo. Veamos.

Notable expansión de los créditos ARGENTA

El Ejecutivo tenía muy presente que necesitaba ganar las elecciones de mitad de término para contar con el suficiente capital político para llevar a cabo las reformas de fondo previstas en diferentes planos (laboral, previsional, tributario, electoral, judicial, etc.). Asimismo, el oficialismo debía despejar dudas respecto de la continuidad del esquema económico vigente, en pos de consolidar el repunte de la inversión productiva.

Si bien desde fines del año pasado la economía comenzó a dar las primeras señales de recuperación, el consumo masivo fue una de las variables más rezagadas a la hora de exhibir signos de mejoría (ver ISE 1.138). Así, el gobierno tenía el desafío de consolidar la reactivación del gasto de las familias para acelerar la incipiente recuperación y mostrar resultados económicos concretos de cara a los comicios legislativos.

Por otra parte, tal como se hizo referencia en el apartado anterior, el crédito bancario ha sido un instrumento que el gobierno actual ha querido impulsar para apuntalar el crecimiento. Por caso, a través de los préstamos indexados a la inflación el oficialismo busca extender el plazo promedio de los créditos, mejorar las condiciones de acceso (relación cuota-ingreso) y elevar la profundidad del sistema financiero. El ejemplo más emblemático es de los créditos hipotecarios, que han mostrado un importante crecimiento en el último año (+80% interanual a octubre de 2017). Sin embargo, esta política no sólo apunta al consumo de bienes durables, ya que a través del programa ARGENTA inyectó recursos en familias de elevada propensión a consumir bienes y servicios en el país.

De esta manera, los créditos ARGENTA fueron una herramienta eficaz para que distintos beneficiarios de programas sociales puedan acceder a préstamos a tasas bajas que se repaga reteniendo un porcentaje de sus haberes (que no puede superar el 30%), lo que ayudó a traccionar el consumo (masivo y de electrodomésticos) de cara a las elecciones.

Así, en 2017, el gobierno llevó a cabo dos modificaciones relevantes en relación con los créditos ARGENTA. Por un lado, en abril presentó el “Plan 60×60” en donde amplió 50%  los montos y plazos máximos de los créditos para Jubilados y Pensionados (SIPA), pasando de $ 40.000 a $ 60.000, y de 40 a 60 cuotas, respectivamente. Más importante aún, , a partir de julio dio acceso al plan a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), Pensiones No Contributivas (PNC) y Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). Por último, titulares de la Asignaciones Familiares (AAFF) fueron incorporados en septiembre.

Tomando como premisa una única tasa nominal anual del 24%, el gobierno decidió aplicar distintas líneas de créditos considerando los ingresos de los distintos programas en cuestión. Los Jubilados y Pensionados podrían sacar créditos de entre $ 5.000 y $ 60.000 a pagar en 12 a 60 cuotas; los beneficiarios de Asignaciones Familiares y AUH montos entre $ 1.000 y $ 5.000 a pagar en 12 y 24 cuotas, mientras que los titulares de Pensiones No Contributivas y PUAM, accederían a montos de $ 12.000, $ 20.000 y $ 30.000, a pagar en 12, 24 y 36 cuotas, respectivamente.

Vale destacar el hecho de que se haya avanzado en la inclusión financiera en estos sectores no es mera coincidencia ya que gran parte de los potenciales beneficiarios del Plan viven en la provincia de Buenos Aires. Por caso, dentro de esta provincia, se entregan aproximadamente el 40% de las Jubilaciones y Pensiones, 38% de las AUH, 29% de las Asignaciones Familiares y el 26% de las Pensiones No Contributivas.

Las implicancias de las sucesivas decisiones de ampliación del programa no fueron menores. En el período abril-octubre 2017 se otorgaron 2,5 millones créditos, lo que significó un incremento de 12 veces respecto del mismo período de 2016. De este total, el 45% fueron para titulares de la AUH, 27% para Jubilados y Pensionados, 18% para beneficiarios de pensiones (PNC y PUAM), y 10% para Asignaciones Familiares (AAFF). Con respecto a este último, se destaca que, en apenas un mes de incorporadas las AAFF, 250.000 empleados en relación de dependencia se sumaron a la “Revolución ARGENTA”.

En síntesis, desde el relanzamiento del programa Argenta en Abril de 2017, se inyectaron créditos por $ 52.000 millones en sólo seis meses. Ello es el equivalente a 2,9% del consumo privado, o el 26% de las ventas de supermercados del período. En este sentido, y en línea con el objetivo del gobierno, no es casual que en dicho período el consumo masivo también haya mostrado una recuperación: este creció 1% i.a. en el tercer trimestre según datos relevados por Kantar WorldPanel.

 

Una estrategia efectiva para el consumo, pero con límites

En la misma línea que las autoridades del Banco Central buscan profundizar el sistema financiero, hace algunos días el propio presidente de dicha institución hizo alusión a la necesidad de poner fin a los créditos subsidiados. Si bien esta intención viene desde hace meses, la decisión de ampliación de los créditos ARGENTA avanzó en la dirección contraria.

Sin embargo, tal como se hizo referencia anteriormente, los préstamos ARGENTA se encuentra dentro de la órbita de ANSES (se financian vía fondos del FGS). En este sentido, estos créditos escapan a la lógica del sistema financiero, y se transforman en una útil herramienta de política social. Más aún, los mismos constituyen una forma de elevar la transferencia del ingresos de las familias, sin incurrir en mayor gasto público/déficit fiscal.

Lo primero que puede mencionarse al respecto es la cuestión legal. Conforme a las últimas modificaciones, los fondos destinados a ARGENTA no pueden superar el 25% de los recursos del FGS. En la actualidad dicho monto está muy por debajo de esos niveles (2,6% conforme al dato de junio de 2017). Asimismo, debe considerarse que los créditos facilitan el gasto presente, pero quitan recursos en el futuro: quienes hayan tomado préstamos ARGENTA percibirán un descuento en sus haberes (de hasta el 30%) hasta cancelar todas  las cuotas pactadas.

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