La ruptura de Bertone con Nuevo Encuentro es el camino de la desconstrucción política

Mierc 19/07/17 .- La baja del Secretario de Comercio de la provincia, Javier Calisaya, dispuesta por la Gobernadora Bertone, ha dado lugar a variadas interpretaciones en cuanto a su sentido e implicancias políticas.

Quienes se han manifestado sobre el particular, por el lado del gobierno, son el Concejal de Ushuaia Juan Carlos Pino en carácter de vicepresidente del Partido Justicialista, y el Ministro de Economía de la provincia José Labroca, oriundo de la Unión Cívica Radical.
Los nombrados dejan entrever diferencias políticas, por entender que el ex Secretario “ya no comparte el proyecto del gobierno”, afirmando ello en la circunstancia de que Nuevo Encuentro integra el Frente Ciudadano y Social, alianza electoral preponderantemente kirchnerista que postula a Martín Pérez junto a Carolina Yutrovic, a quienes apoya el partido de Sabbatella integrando a Verónica Portillo, presidenta de la mesa local de la agrupación, entre los suplentes.
La expulsión de Calisaya fue precedida de la baja del Director de Asuntos Jurídicos del área, Aníbal Chaparro, y de la Subsecretaria Itamar Pardo, inmediatamente después de que se había notificado a la Cadena de Supermercados La Anónima una multa por no respetar en la línea de cajas los precios exhibidos en góndolas.
La acción antedicha fue sucedida de similares sanciones al Plan Óvalo y a la Concesionaria de Ford, así como a la tarjeta de crédito de La Anónima, la primera por no cumplir con el plazo de entrega del automóvil adjudicado, y la segunda por no respetar plan de pago de un cliente cuya deuda derivó a un estudio de cobranzas que no reconoció los pagos efectuados.
Rápidamente se instaló la asociación entre estas acciones, propias de la defensa de consumidores y usuarios que depende de la Secretaría de Comercio, y la ruptura de la alianza que la gobernadora tenía con este partido político, desde que la apoyara en el balotaje en 2015 tras quedar fuera de la contienda por la gobernación en la primera vuelta, posibilitando el triunfo del Frente para la Victoria junto a una serie de otras agrupaciones, la mayoría de las cuales de un tiempo a esta parte vienen tomando distancia del gobierno que, de aquellas alianzas, prácticamente ya no preserva ninguna.
La actual gobernadora ha transitado en la política fueguina un largo camino de construcción personal, siendo electa tres veces diputada nacional entre 2001 y 2013, año en que fuera electa senadora nacional, cargo que ocupó durante dos años hasta asumir sus actuales funciones en 2015.
En ese recorrido tres veces se postuló para el gobierno provincial, primero como candidata a vicegobernadora con Hugo Cóccaro en 2007, perdiendo la segunda vuelta a manos de Fabiana Ríos, lo cual se repitió en 2011, cuando ya encabezó la fórmula, secundada en la ocasión por el actual Diputado Pérez.
Podría sintetizarse como que ‘siempre tuvo muchos votos pero nunca le alcanzaban para llegar a la gobernación’; y en parte tal vez ello se explique en sus dificultades para formar alianzas con otros espacios, sumado esto a que desdeñó a su propio partido en 2011, acusándolo de ser un simple ‘sello de goma’, acaso en la confianza de que ‘corría con el caballo del comisario’ (la boleta del FpV encabezada por Cristina Fernández) y no necesitaba de nadie más porque –decía- ‘si hacés alianzas después tenés que co-gobernar con quienes acordaste’.
El dispositivo benefactor ‘no le perdonó’ que tras ganar la primera vuelta por alrededor de diez puntos porcentuales en 2011, perdiera el balotaje una semana después, lo cual hasta al entonces Ministro Randazzo tomó por sorpresa, tras haber aterrizado en Río Grande para festejar, cosa que tuvo que terminar haciendo en el local del PSP.
Entonces en 2015 ‘la rodearon’ quienes tendrían más capacidad de diálogo, negociación y acuerdo imponiéndole ‘se bajara del caballo’ para no poner en riesgo de nuevo el triunfo en segunda vuelta, esta vez a manos del radical Sciurano.
Así fue que Nuevo Encuentro, tras haber ayudado a inclinar la balanza a favor de Fabiana Ríos en el balotaje de 2011, esta vez siendo Sciurano el contrincante (encasillado como el desarmador de las precarias viviendas del pobrerío y enlistado en el partido que nacionalmente pretende desarticular la promoción económica y fiscal de La Isla) y siendo el kirchnerismo la pertenencia común con la otra candidata, cerrando los ojos ante el entorno que el menemanfredottismo residual se preservó para el otrora ‘sello de goma’, sumó para que –por fin- llegue Bertone y consecuentemente asumió el lugar que proporcionalmente había ganado, aportando al proyecto desde la Secretaría de Comercio.
Sobrevino el triunfo de Macri presidente, en desmedro del Frente para la Victoria por el cual se había triunfado a nivel local, y las cosas empezaron a complicarse.
Desactivado el dispositivo nacional que piloteó el armado y la estrategia electorales que instaló a Bertone en la primera magistratura, volvió a ser ella: romper alianzas desandando ‘el aprendizaje’ y volver al esquema personal. Uno a uno se fueron bajando sectores aliados, empezando por el CEC representado por el efímero Ministro de Trabajo Rivarola, siguiendo por los intendentes Vuoto y Melella, la UOM y el Diputado Martínez, los Diputados Pérez y Rodríguez, los petroleros y el ex Ministro de Gobierno Gastón Díaz, Concejales, Legisladores, etc., etc., etc.
A escaso año y medio de esa poderosa alianza que supo –o le supieron- comandar, ya en nuevas instancias electorales apenas congrega grupos casi sin vida partidaria, al mejor estilo de lo que en otras épocas supo granjearse el mote de ‘partido único de los funcionarios’ –PUF, por sus siglas. Casi sin ‘candidatos que midan’ enfrenta incluso la disconformidad de su propio partido por tener que valerse de Colazo para tratar de obtener un mejor resultado, y más allá de los rumores de un solapado apoyo al candidato del PRO Tito Stefani, explicitado por ejemplo por su ministro de hidrocarburos, Omar Nogar, y fundados también en otras movidas como las del ya clásico ‘Fideicomiso Austral’ que el extinto Senador Martínez –Bloque Nuevo Encuentro- nos supo legar y del cual se nutren más discursos que obras realizadas.
Otros de los disconformes con la lista del Frente Tierra de Unión sería Encuentro Popular, que encabezó con Manuel Raimbault el proceso de destitución en juicio político del ex gobernador Colazo, bajo acusación de mafia y corrupción; ya que si bien Laura no es Jorge, no pierde ocasión de señalarlo como su referente político principal.
La eyección del Nuevo Encuentro, en plena gestión de la Secretaría de Comercio con múltiples acciones enderezadas a paliar la crisis que al comercio y al consumo popular les acarreó el plan neoliberal de Macri, más allá de encuadrarse en el referido proceso de desarticulación de alianzas, puede estar poniendo en blanco sobre negro el encolumnamiento del gobierno provincial en dicho proyecto conservador, diametralmente opuesto al que durante una década cobijó a la gobernadora, convirtiéndola en su principal referente local.
Hasta acá el Nuevo Encuentro venía concediendo una suerte de ‘beneficio de la duda’, en el entendimiento de que cualquier gobernador/a provincial necesita mantener relaciones institucionales con el presidente de turno para, por lo menos, poder asegurar el funcionamiento de la administración, pagar salarios y atender básicamente algunos servicios u obras.
Seguramente todos podemos decir ‘yo lo haría de otro modo’ (lo cual no pasa de ser contrafáctico) pero quien fue votada para conducir el gobierno fue ella; por lo cual las diferencias de perfil de gestión las postularemos en futuras elecciones tratando de convencer al electorado de que seremos diferentes y/o mejores, siendo excluyente en este momento tratar de que pierda el proyecto anti nacional, anti popular y anti democrático que encabeza Macri, para lo cual auspiciábamos el mayor nivel de unidad posible, obviamente en la diversidad de matices y diferencias que ante semejante adversario de la causa del pueblo devienen secundarias.
Sin embargo el Ministro Labroca acusó al cesanteado Secretario de Comercio de pretender seguir en funciones parándose electoralmente… en la oposición. Y, suele decirse, a confesión de parte relevo de pruebas.
Pareciera que ‘la duda’ se va resolviendo y, a menos que concedamos que el Ministro de Economía no expresa el concepto político de la gobernadora –quien ha optado por guardar silencio al respecto- ya no se trata sólo de una convivencia institucional por necesidades de la coyuntura, sino de que le fue gustando ‘el cambio’.
Entonces cobran verosimilitud los rumores de presiones del empresariado por las sanciones antedichas, siendo oportuno recordar que la familia de La Anónima conduce la Secretaría de Comercio del gobierno central y entonces capaz que lo que parecía ruptura de alianzas en realidad se trata de sustitución de aliados. De hecho no falta quienes afirman que el Concejal Pino representa más a La Anónima que al peronismo.
De ser así no sería descabellado pensar que viene también al área local la aplicación del esquema que a nivel nacional aplicó desde un principio Macri, de desarticular la Secretaría de Comercio dejando caer los controles y programas como Precios Cuidados porque, al fin y al cabo, ‘el consumo genera inflación’ y activa el mercado interno que, en última instancia, empodera salarios y eso atenta contra la maximización de ganancias, que es de la esencia del proyecto de la CEOcracia apoltronada en Balcarce 50.
Queda para la politología fueguina el estudio del precedente, que seguramente sorprendería al autor de El Príncipe, de esta metodología de construcción política, de pretender concentrar poder en desmedro de la preservación de alianzas que hicieron posible el acceso al poder, contrariando la afirmación popular de que ‘una sola vez no se necesita’, error del que tal vez se debió aprender en 2011 y cuyo desenlace en un hipotético escenario 2019 aparece como previsible
El punto es que a nadie pudo razonablemente sorprender, ni ahora ni antes, que Nuevo Encuentro, partido aliado pero autónomo, que no conducen ni Pino ni Labroca, iba a pararse electoralmente en la oposición al macrismo en que nacionalmente se para, con Sabbatella a la cabeza, donde Cristina señale. Seguro es el lugar en el cual mucha gente también entendió que seguiría estando Bertone; o por lo menos que si coyunturalmente no podía estar por priorizar la gestión desde un concepto pragmático, entendería a quienes son consecuentes con su historia y están libres de la excusa de tener que priorizar alguna supuesta gobernabilidad.
Nunca fuimos parte de los desencuentros entre gobierno y municipios y esto permanentemente lo hablamos con todos y lo hicimos público sistemáticamente a lo largo de este año y medio, desde antes de asumir.
Sin embargo pareciera se simula sorpresa por nuestra línea y se aprovecha para zanjar otras cuestiones, que pueden ir desde presiones empresarias hasta de las cúpulas corporativas del pejotismo residual que hace años en la provincia viene diezmando al peronismo en tanto proyecto de liberación de las mayorías populares y de los sectores menos favorecidos por el orden establecido.
El futuro tiene por lo pronto un final abierto, en cuanto a si el Frente Ciudadano y Social, que pretende emular a nivel fueguino la Unidad Ciudadana que amalgama Cristina como principal líder popular contemporánea, será esa síntesis dialéctica superadora de la crisis democrática, política y partidaria de nuestra provincia, que a diferencia del Frente para la Victoria de 2015 trascienda la coyuntura electoral, se congregue en derredor de un proyecto que piense la provincia de los próximos cincuenta años y que comience a ejecutarlo, como decimos siempre, poniendo en el centro de su plataforma los intereses de las mayorías populares, democratizando la economía, el territorio y el hábitat anteponiendo, como corresponde en una democracia que se precie, los intereses del conjunto a los sectoriales y personales, con la grandeza que la historia requiere.
Empezando por lo inmediato y coyuntural, nos comprometemos con que en la mayor cantidad posible de distritos electorales de la patria pierda Macri para que gane el pueblo, lo que en TDF se traduce en que ganen Martín Pérez y Carolina Yutrovic, a lo cual el Nuevo Encuentro empuja con Verónica Portillo y toda la militancia.
Senador MC, Osvaldo López.
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