Emergencia pyme y de las entidades empresarias

Dom 16/07/17 .- Esta semana el Concejo Deliberante del Municipio de Morón declaró la emergencia productiva y textil del distrito. Este llamado de auxilio a las pymes se suma al de Luján, al de Moreno y al de San Martín por nombrar algunos distritos de la Provincia de Buenos Aires ó de Santa Fe, Chaco, Río Negro y Neuquén. Esta iniciativas impulsadas por empresarios nacionales pymes y trabajadores organizados se enmarca en una novedosa dinámica de representación política ante la ausencia de las instituciones que históricamente se adjudicaban la defensa del mercado interno pero que hoy brillan por su ausencia.

En nuestro país el empresario nacional pyme no tiene representación política. Históricamente, las entidades gremiales empresarias han representado a un sector minúsculo de las fuerzas productivas del país y han funcionado, en la mayoría de los casos, de acuerdo a dos lógicas: como instrumento de lobby de las corporaciones, o bien como un trampolín para el enriquecimiento ó el despegue político de dirigentes oportunistas que anteponen intereses personales al interés colectivo de quienes dicen representar.

De esta manera más del 95% de los hombres y mujeres que producen en la Argentina -quienes día a día construyen la Patria con sus emprendimientos- se encuentran fuera de los ámbitos institucionales en donde se toman las decisiones que configuran el futuro de sus negocios. Hoy el destino de la pymes nacionales, y del país, lo digita el G6, el Coloquio IDEA, el Foro de Convergencia, AMcham y AEA junto con la CEOcracia que ocupan los Ministerios Nacionales.

La experiencia histórica nos deja ver ejemplos contundentes de este vacío político en donde los gobiernos que apostaron al desarrollo nacional inclusivo e industrial se encontraron en la vereda de enfrente con las gremiales empresarias de mayor poder del país. Los ejemplos abundan: la difícil relación del primer peronismo con las entidades empresarias, el lock out patronal de 1976 (que prologó el golpe de estado civil-militar del 24 de marzo), los bancos en el 1989 y en el 2001, ó la fuerte oposición de las entidades agropecuarias en el 2008 en contra de un gobierno que tenía una visión del desarrollo nacional que incluía a las pymes sin distinción de sector u actividad y a la gran mayoría de los trabajadores.

Hoy, el Gobierno Nacional vuelve a apostar a un modelo económico atrasado y anacrónico que beneficia a una minoría de empresas argentinas y extranjeras más volcadas a especular que a producir. La ausencia de un actor productivo que represente en el escenario político a la gran mayoría de las fuerzas productivas nacionales se siente más que nunca.

Ante el violento avance de los CEOS de corporaciones locales y extranjeras en el poder creemos que el presente no es tiempo para ambigüedades políticas ni de posiciones tibias. El rol de las entidades que representan a las pymes nacionales nunca estuvo tan claro, NI UNA PYME MENOS.

Repudiamos actitudes de complicidad con un gobierno que solo genera pobreza, precarización de la estructura productiva y concentración económica.

En el Movimiento de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino estamos convencidos de que el Gobierno, hasta el día de hoy, ha aplicado políticas económicas tan contundentes que no dejan el mínimo margen para un encuentro institucional ni político con las pymes nacionales.

No vemos el sentido ni el beneficio para nuestros representados de formar parte de las actividades marketineras del gobierno que utilizan a las pymes y sus entidades de representación como meros slogans para presentar sus medidas anti productivas. Cualquier beneficio a disposición de las pymes hoy es una aspirina para un enfermo en estado terminal consecuencia de la dirección que tomó el gobierno actual. Cualquier crédito, plan de capacitación ó beneficio negociado en el contexto actual solo puede ser aprovechado por un porcentaje mínimo de pymes por lo tanto casi que rozan lo prebendario.

La ingenuidad política ó la errada lectura del rumbo de las medidas económicas del gobierno convierte a las entidades pyme que se suman a la puesta en escena del gobierno en responsables necesarios de la destrucción del aparato productivo nacional. Nuestro Movimiento cree profundamente en el diálogo, pero tiene claro qué decir y qué medidas necesitamos para revertir esta situación de crisis productiva: Decretar la Emergencia PYME para todo el país y para todos los sectores, fortalecer el poder adquisitivos de los trabajadores e implementar de forma urgente la administración inteligente del comercio exterior de bienes y también de divisas hasta tanto se normalicen los niveles de inflación, se recupere el empleo, se mejore la balanza comercial, se cese con endeudamiento externo, y se retome el sendero de crecimiento económico.

Pedimos que los legisladores locales, provinciales y nacionales sigan avanzando con las iniciativas en favor de las pymes aún en año electoral.

No podemos perder un minuto más en discursos vacíos. El tiempo nos apremia. Otra postura es perjudicial para las empresarios nacionales pymes que vivimos del mercado interno, para los trabajadores y por lo tanto para el país.

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