La aprobación de un tributo para una obra como es el embellecimiento del frente costero del casco urbano no es justificable. Menos aún justifica esta obra contraer deuda que, como sabemos, no la pagan todas las autoridades de su propio sueldo. Las deudas del Estado las pagamos todos los habitantes que abonamos los tributos y tasas correspondientes.
Es sumamente importante llegar al entendimiento de que no estamos en contra de estas obras que se plantean. Pero, en primer término, pueden concretarse sin tributos de asignación específica ni contrayendo deuda. En segundo término, consideramos enormemente beneficioso que, si se decide recurrir a estas posibilidades, se haga con el objetivo de dar respuesta a lo que sí es prioridad para nuestra población. La infraestructura básica para las nuevas urbanizaciones. La aceleración de aquellos barrios que están en marcha y que son promesas de varios años. La conexión de los servicios a numerosos barrios que están regularizados dominialmente, pero esperan que las autoridades se congracien para proyectar las obras básicas.
¿Concretar la planta de tratamiento cloacal para evitar la contaminación de la costa del Canal Beagle no es prioridad? ¿Conectar los servicios básicos para evitar que los residuos vayan a los espejos de agua en medio de la ciudad no es prioridad? ¿Llevar el gas a los barrios que carecen de calefacción no es una prioridad? ¿Optimizar los mecanismos de recolección y tratamiento de residuos domiciliarios para evitar la contaminación costera no es una necesidad básica? Y, continuando, nos preguntamos si la necesidad de acceder a una vivienda por parte de miles de personas que esperan hace años soluciones prometidas no es también una necesidad. El derecho al ambiente sano es inherente a la existencia de conexiones de servicios como el agua que garanticen la viabilidad de habitabilidad de los espacios. Mientras haya barrios sin agua potable, sin conexiones en buen estado, sin compromiso del Municipio para llevar el tratamiento de los distintos residuos, no tendremos un Estado realmente comprometido con las elementales prioridades de sus habitantes.
La Ushuaia que queremos debe preocuparse por asumir los costos que sean necesarios para que su gente tenga mejor calidad de vida. Asumir los costos solamente para embellecer el frente costero es no asumir las preocupaciones de la población.
GEN Ushuaia
