Entre las razones que irrumpieron a la hora de explicar las inesperadas modificaciones figuran: que hubo llamados a los gobernadores para que «bajaran línea» a sus diputados, que los legisladores de Río Negro se pasaron al bando oficialista después de que se les garantizara una rebaja en las retenciones a la exportación de peras y manzanas, y que hubo promesas de reparto de ATN.
Malestar. Pasada la euforia, tanto del oficialismo por la preciada media sanción a las retenciones, como en la oposición, por la histórica cantidad de voluntades que reunieron en contra del kirchnerismo, que se impuso por sólo siete votos, aflora entre los diputados el enojo, las sospechas y la sensación de lo que viven como una «traición de última hora».
«A las 5 de la mañana éramos 128, ganábamos la votación claramente. A las 8, [el jefe del bloque de diputados kirchneristas Agustín] Rossi nos dijo que querían votar a las 12. Supimos que tenían los votos aunque no entendíamos cómo», relató a lanacion.com el jefe de la bancada radical, Oscar Aguad.
En la lista que la oposición monitoreaba con obsesión y recelo estaban los rionegrinos Julio Arriaga y Lorena Rossi; el radical K de la misma provincia Hugo Cuevas, el oficialista salteño Osvaldo Salum y el fueguino Leonardo Gorbacz. Los cuatro primeros apoyaron las retenciones móviles y el último se abstuvo. Todos fueron fundamentales para frustrar el final que imaginó la oposición.
«Los de Río Negro dieron la explicación de las peras y las manzanas, que me parece ridícula. Yo creo que ahí hubo una orden del gobernador [el radical K Miguel Saiz]. Lo de Tierra del Fuego también parece increíble porque Gorbacz es un hombre de la gobernadora [la arista Fabiana Ríos]. También es cierto que la provincia tiene problemas económicos… Y Salum?, lo de Salum sí que es incomprensible», arriesgó Aguad.
El diputado no ocultó su enojo, pero prefirió la cautela. «Hay cosas que evidentemente no fueron regulares. Pero no me gustaría hablar de más. No quiero afirmar ni descartar nada ante un tema tan delicado», señaló.
No obstante, aseguró que la oposición hará «todo lo que esté a su alcance» para que el tema no quede en el olvido.
«Vamos a juntarnos [con el resto de los referentes de la oposición] el jueves. Quiero examinar la lista con los 254 nombres para sacarme todas las dudas. Es fundamental saber qué pasó en cada caso. Más si pretendemos seguir funcionando como un frente unido», concluyó Aguad.
Recursos federales en juego. Desde la Coalición Cívica, el diagnóstico de Patricia Bullrich fue más duro. «Lo que pasó es un escándalo. No podemos permitir que se usen recursos federales como compensaciones o como promesas para conseguir votos», planteó la diputada.
Por ello, desde ayer, trabaja en el «estudio de antecedentes» para ver si una denuncia a quienes cambiaron su voto a última hora es viable.
Posible denuncia. «Hay un caso similar en Brasil que terminó con la destitución de diputados y senadores. Quiero tener claro cómo se actuó en ese caso y ver si hay otros antecedentes y, si son lo suficientemente sólidos, vamos a denunciar lo que haya que denunciar y pedir la profunda investigación de los hechos», ahondó en declaraciones a lanacion.com.
Omar De Marchi, el demócrata mendocino que fue uno de los oradores más duros de la maratónica sesión, no dudó en describir lo que ocurrió como «fuertemente sugestivo».
«Inconsistente». Desde esta postura apuntó sin miramientos contra quienes cambiaron el voto.»Sostener que uno cambia el voto porque hay una eventual mejora para una actividad económica de la provincia o porque se le prometen fondos es absolutamente inconsistente como argumento», arremetió.
Pese a que insistió en que el tema exige ser «muy cuidadoso», fustigó al Gobierno por promover lo que llamó la «cotización del voto».
«Escuché hablar de ATN, que son una especie de bolsa negra que se reparte premiando y castigando conductas políticas», ejemplificó el diputado ante una consulta de este medio.
«Vamos a juntarnos a ver cada caso en detalle», añadió. «Estamos hablando de un daño institucional grave y eso no se puede dejar pasar así nomás», indicó.
También el líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), Raúl Castells, sostuvo que hubo conductas irregulares. ?Los ATN son dinero fresco sobre el que no hay que rendir cuentas?, detalló.
Sin chequeras. La palabra oficial quedó a cargo de Alberto Fernández. «No usamos ni chequeras, ni fondos de la SIDE, ni promesas de ninguna naturaleza. Hemos tratado de explicarles a nuestros diputados y a otros, por qué nosotros creemos que lo que estamos haciendo es correcto. Hemos tratado de convencerlos, lisa y llanamente», descargó el jefe de Gabinete en declaraciones a radio América.
En este contexto, apuntó en particular contra Bullrich: «Fue parte del gobierno de [Fernando] De la Rúa, el gobierno que coimeó a senadores para sacar una ley. El ladrón piensa que son todos de su misma condición. Nosotros no hacemos esas cosas», disparó.
Decepcionado. Por otra parte, no ocultó su enojo con los legisladores del Frente para la Victoria que votaron con la oposición. «Claro que estamos decepcionados. Cuando uno es parte del bloque, debe dar su debate en el bloque y si el bloque decide de otro modo, no necesariamente uno se ve obligado a votar en contra. En términos políticos, tuvieron una actitud que, desde ningún punto de vista, es ni elogiable ni atendible», arremetió molesto.
Lucrecia Bullrich
De la Redacción de LANACION.com
lbullrich@lanacion.com.ar
