La falta de trabajo afecta a 1,57 millones de personas

En un año, 220.000 desocupados dejaron de serlo; vuelve el debate por la doble indemnización Con 1,57 millones de personas sin trabajo, el índice de desempleo se ubicó en el 9,8% de la población activa en los centros urbanos durante el primer trimestre del año, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La tasa mostró una baja respecto del 11,4% registrado en los primeros meses de 2006 -hay ahora unos 220.000 desempleados menos-, pero fue más elevada que la del 8,7% del cuarto trimestre de 2006.

Tanto el Gobierno como los analistas insistieron en que, tal como había ocurrido en años anteriores, existen factores estacionales en el verano que hacen que el índice de desempleo suba por efecto de una destrucción de puestos, principalmente en el mercado informal.

Por su parte, la subocupación (trabajadores con jornadas de menos de 35 horas semanales) se ubicó en el 9,3%, una tasa que representa a 1,49 millones de trabajadores. Son 3,06 millones los que tienen problemas de empleo, unos 470.000 menos que en el primer trimestre de 2006.

El anuncio oficial del índice, que por segundo trimestre consecutivo se ubicó por debajo de los dos dígitos, reavivó la polémica y las expectativas respecto de una definición del Gobierno en cuanto a la vigencia o no de la indemnización por despido agravada. Una ley dispuso que esa sanción por despedir -que hoy implica el pago del 150% del monto legal- caería cuando el desempleo fuera inferior al 10%, pero después de que ello ocurrió, y a falta de una reglamentación, surgieron diferentes interpretaciones entre los abogados.

La tasa que se mantiene por debajo de los dos dígitos considera como ocupados a los beneficiarios de planes sociales, como el Jefes y Jefas de Hogar, si realizan alguna contraprestación laboral. Si se considera a todas esas personas como desempleadas, la tasa salta al 11,1%, en tanto que es del 10,5% si se cuenta como tales a quienes reciben el plan y, además, buscan empleo (es decir, están activos). Esos índices fueron calculados por el Indec.

La tasa de actividad (porcentaje de personas que trabajan o buscan trabajo) fue del 46,3%, tres décimas por arriba de la correspondiente al primer trimestre de 2006: se sumaron así al mercado laboral urbano 260.000 personas, que absorbieron parte de los 480.000 puestos que se crearon, según es posible estimar por el alza interanual de la tasa de empleo, que pasó del 40,7 al 41,7% de la población. En total, hay 14,45 millones de ocupados.

Pérdida

Respecto de fines de 2006, hubo una pérdida de unos 100.000 puestos laborales y unos 186.000 desocupados más: la diferencia es la cantidad de personas que se incorporaron al mercado de trabajo.

«Por el factor estacional, esto estaba previsto; entre el último trimestre de 2005 y el primero de 2006, la suba [de la tasa de desempleo] había sido un poco mayor», evaluó Marta Novick, subsecretaria de Programación Técnica y Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo. Agregó que se redujo la diferencia entre la desocupación que resulta cuando se considera ocupados a los beneficiarios de planes, y el índice que se obtiene cuando se los cuenta como desempleados.

Novick estimó que la caída de la subocupación estaría indicando una disminución de la incidencia del trabajo no registrado, algo que ocurre cuando crece en mayor medida el número de ocupados plenos.

Según cálculos del Ministerio de Economía, desde el segundo trimestre de 2003 se crearon 2,4 millones de puestos, y el número asciende a 3,8 millones si se considera sólo los empleos plenos, sin beneficiarios de planes sociales.

El abogado y diputado de extracción sindical Héctor Recalde insistió en que el índice válido para considerar si debe caer o no la indemnización agravada es el que define como desocupados a quienes cobran planes.

En el Ministerio de Trabajo no se dieron definiciones, pero una fuente recordó que la norma alcanza al 30% del total de empleados formales, ya que se excluyen todas las relaciones iniciadas a partir de enero de 2003.

«La tasa verdadera es sin planes; el salario mínimo no es de $ 150 [tal es el monto mensual de los subsidios] y, por lo tanto, no puede considerarse que eso es empleo», apuntó Artemio López, de la consultora Equis.

El abogado Daniel Funes de Rioja, asesor de la Unión Industrial Argentina, insistió en que el costo agravado cayó cuando se anunció el primer índice inferior al 10 por ciento.

«Que en el primer trimestre el desempleo se haya mantenido en un dígito confirma que la barrera de los dos dígitos fue quebrada», analizaron en la consultora Prefinex. «Esto tendría su correlato en la eliminación de la doble indemnización», agregaron.

Por Silvia Stang
De la Redacción de LA NACION

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