Gastos récord del Gobierno para caminos en Santa Cruz

Pagó seis veces más que la que le sigue, Buenos Aires En pleno año electoral, la provincia del presidente Néstor Kirchner bate récords en gastos para la construcción de caminos: en cinco meses el gobierno nacional pagó 444 millones de pesos para rutas en Santa Cruz, el 30% de lo invertido en ese rubro en todo el país. Son 139 millones más de lo que la provincia tenía asignado por ley para todo el año.

Un repaso al presupuesto muestra que los caminos son hoy los reyes de la obra pública. Un cuarto de los fondos que maneja Julio De Vido desde el Ministerio de Planificación Federal se destina a la Dirección Nacional de Vialidad, que tiene para este año una partida de 3561 millones de pesos. Esto es más de lo previsto para energía (3065 millones), planes de viviendas (2636 millones) o los cuestionados subsidios al transporte (1545 millones).

La Dirección Nacional de Vialidad reporta directamente a la Subsecretaría de Obras Públicas, vacante desde la semana pasada, cuando Raúl Rodríguez renunció tras tomar estado público las grabaciones del caso Skanska, en las que se habla del reparto de coimas para la construcción de varias obras públicas. Al frente de Vialidad está Nelson Periotti, un santacruceño que fue intendente de Río Turbio y administró las rutas de la provincia durante la larga gobernación kirchnerista, siempre junto a De Vido.

Hace ya tres años que Santa Cruz es la provincia líder en gastos de vialidad, pero ahora batió su propia marca: en sólo cinco meses gastó más que en 2006 y en 2005.

Se trata de un récord histórico. Al menos en los últimos 15 años no hay registro de que una provincia haya destinado jamás 88 millones de pesos mensuales para caminos. Las ocho provincias que le siguen no llegan, sumadas, a alcanzar lo gastado por la provincia del Presidente en el año.

Las principales obras que están en marcha en Santa Cruz son de pavimentación de diferentes tramos de la ruta 40 y están distribuidas entre las siguientes empresas: Gotti Hermanos, Austral, Contreras Hermanos, Esusco, Equimac, Eleprint, Decavial y Petersen, Thiele & Cruz.

En su mayoría, son compañías que trabajaron -en varios casos asociadas- en la obra pública santacruceña desde que Kirchner es el jefe político de la provincia. Muchas de estas firmas son blanco constante de las críticas de la oposición, que denuncia que en la obra pública de Santa Cruz existe cartelización y se pagan sobreprecios.

LA NACION se comunicó en los últimos tres días con las oficinas de prensa del Ministerio de Planificación y de la Dirección de Vialidad, pero ningún funcionario aceptó dar una respuesta oficial a las consultas (ver aparte).

Si se compara con otras provincias, lo que lleva invertido este año el Gobierno en caminos de Santa Cruz resulta impactante. De acuerdo con la información oficial publicada por el Ministerio de Economía, en la provincia del Presidente se pagaron 444 millones de pesos en Vialidad, mientras que para Buenos Aires, la que le sigue, lo adjudicado a este rubro suma 74 millones. En Córdoba y Formosa, ya se destinaron 60 millones para cada una; en Santa Fe fueron 54 millones.

Calculada por habitante, la supremacía santacruceña resulta más aplastante. Mientras en Buenos Aires el promedio de inversión vial es de 5 pesos por persona y en el país es de 42, en Santa Cruz es de 2266 pesos.

Todos estos datos son de acceso público. Aunque a veces no resultan fáciles de interpretar (de hecho, LA NACION consultó a media docena de expertos en política fiscal), toda la información está publicada en la página de Internet del Ministerio de Economía.

Las empresas

La ruta 40, en sus diferentes tramos, es la única construcción que registra la Dirección Nacional de Vialidad como «obra en ejecución» en Santa Cruz. La oficina de Periotti publica en Internet los nueve trayectos de la ruta sobre los que se está trabajando y anuncia que estas obras le van a costar al erario público un total de 689,5 millones de pesos (demorará varios años).

En el norte de la provincia, Contreras Hnos. tiene a su cargo el tramo Perito Moreno-Bajo Caracoles, por el que se pagarán 72,5 millones de pesos. Esta empresa fue una de las que participaron en la construcción del Gasoducto Norte. Otra es BTU y la tercera, ahora famosa, es Skanska. Hoy, Contreras Hnos. está siendo investigada por la Justicia a raíz de un supuesto sobreprecio en aquella obra, en la que directivos de Skanska reconocieron haber pagado «comisiones indebidas» a funcionarios. Además, Contreras fue subcontratista de otro emprendimiento bajo sospecha, la ampliación del Gasoducto Sur.

En el centro de la provincia, Decavial construye uno de los tramos más caros de la ruta 40, el que une Río Olnie con Las Horquetas. Esta empresa se conectó, por medio de uniones transitorias, a otras que también trabajan sobre la ruta 40, como Equimac, Esuco y Contreras.

De acuerdo con un informe de Poder Ciudadano, Decavial-Esuco fue uno de lo mayores aportantes (con 25.000 pesos registrados) para la campaña de Rafael Bielsa en 2005, cuando el entonces canciller era la apuesta kirchnerista para la ciudad de Buenos Aires.

Otros tres tramos de la ruta 40 están a cargo de Gotti Hermanos, una empresa oriunda de Santa Cruz que se convirtió en un referente en obra pública en todo el país. Según información de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura (Ucofin), Gotti ya cobró por esas obras más de 87 millones de pesos.

Además, Gotti participa en la obra de la espectacular autovía de acceso a Río Gallegos, la capital provincial. La construye junto con otra firma de Santa Cruz: Austral Construcciones.

Además de trabajar juntas, ambas están relacionadas a través del empresario Lázaro Báez, que tiene un vínculo personal con Néstor Kirchner. Báez se asoció con Sergio Gotti en Austral Construcciones SA, según consta en el Boletín Oficial.

La ruta nacional 3 es otro camino en reparación en Santa Cruz. Según la Ucofin, de estas obras participa, entre otras empresas, la constructora Petersen, Thiele & Cruz, que ya realizó obras por 15,7 millones de pesos. Esta compañía es de Enrique Eskenazi, dueño también del Banco de Santa Cruz y del Banco de Santa Fe.

Por Paz Rodríguez Niell
De la Redacción de LA NACION

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