Mendía: "ESMA actuaba como un enorme pulpo con los brazos libres"

Así lo aseguró el represor en uno de los párrafos del escrito con que amplió su declaración indagatoria. Según consigna el escrito, el centro de detención clandestina «operó como una base de operaciones» cuyo cerebro «actuaba en un lugar seguro». La Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) operaba durante la dictadura militar como «un enorme pulpo» cuyo «cerebro actuaba en lugar seguro» y «sus brazos libres para realizar sus operaciones», dijo el vicealmirante (re) Luis María Mendía.

El represor hizo esta interpretación en uno de los párrafos del escrito al que Télam tuvo acceso, con el que amplió su declaración indagatoria hoy ante el juez federal Sergio Torres, quien lleva adelante la megacausa por las violaciones a los derechos humanos cometidas en la ESMA.

La interpretación, según Mendia, es para que aquellos que «no son militares» y así puedan comprender la forma de organización como «comando único» en el que «los brazos no hacen nada si el cerebro no lo ordena y el cuerpo no los ejecuta. Los profesionales de la guerra operan así».

El octogenario ex comandante de Operaciones Navales Armada también acusó a políticos, legisladores y periodistas, entre otros, por «tergiversar» el «legítimo accionar (de las Fuerzas Armadas) en la guerra contra el terrorismo subversivo».

El ex oficial superior ya había prestado declaración indagatoria en anteriores oportunidades (el 1 de febrero y el 5 de marzo) y siempre insistió -tal como lo vuelve a hacer ahora- en que los militares cumplieron órdenes de las autoridades constitucionales y de los superiores jerárquicos.

En esta nueva oportunidad, el represor intentó tomar distancia del plan de represión (PLACINTARA-Plan de Capacidades Internas de la Armada) cuya autoría intelectual se le atribuye al sostener que fue la fuerza «en su conjunto» la que lo «puso en ejecución» cuando «se comenzó a materializar la amenaza terrorista».

El escrito, que firma junto a su defensor Juan Aberg Cobo (h), también contiene párrafos dedicados al «frente interno», como cuando afirma que la «inmensa mayoría de mis subordinados -muchos de ellos hoy detenidos de manera absolutamente injusta e ilegal- en ningún momento se excedieron en el cumplimiento de las órdenes recibidas».

Reiteró que la ESMA «operó como una base de operaciones» integrando «elementos de combate y de apoyo» como un «comando único». Precisó que «la ESMA conformó una Base de Operaciones / Combate integrando elementos de combate, de apoyo de combate y de apoyo logístico bajo un comando único (un Oficial Superior de Jerarquía Almirante / Capitán de Navío)».

«Para que los que no son militares lo comprendan mejor, viene a ser como si se tratara de un enorme pulpo con su cuerpo principal y cerebro en un lugar relativamente seguro (la Base de Operaciones / Combate), con capacidad de Comando, Control, Comunicaciones e Inteligencia, y sus brazos libres y con capacidad de extenderse, para realizar sus acciones», sostuvo.

En su ampliación de indagatoria del 1 de febrero, Mendía admitió haber planeado la represión ilegal de la última dictadura, incluídos los «vuelos de la muerte», y reinvindicó el «heroísmo» de sus hombres, a los que calificó como «chivos expiatorios» injusta e ilegalmente presos.

En esa ocasión, pidió al juez Torres que cite como testigos a la ex presidenta María Estela Martínez de Perón y a los ex funcionarios de su gobierno Carlos Ruckauf, Antonio Cafiero e Italo Luder, entre otras medidas de prueba solicitadas. Mendía -bajo arresto domiciliario por tener 82 años- dijo en esa ocasión que las Fuerzas Armadas «nada inventaron el día 24 de marzo de 1976, ni con posterioridad a dicha fecha» y «simplemente» aplicaron «a rajatabla la legislación vigente, dictada por un gobierno ’de jure’».

En tanto, en la ampliación del 5 de marzo, Mendía dijo: «Lo que dice el diccionario» al responder cuando se le preguntó qué significado le daba a la expresión «aniquilar» a la subversión que figura en el Placintara, cuya autoría intelectual se atribuyó.

Desde que se reabrió la megacausa ESMA, tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, Mendía es el primer ex alto jefe militar de la dictadura que admite responsabilidad por lo hecho por las Fuerzas Armadas mientras estuvieron en el poder (1976 y 1983).

Fuente:26 noticias

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