Sucede que en esta región de la inmensa patagonia argentina, el oficialismo sufre una diáspora que Néstor Kirchner, todavía no logró encauzar.
Por un lado, Hugo Cóccaro, el actual gobernador, ya manifestó sus intenciones de competir en 2007, pero su figura quedó fuertemente ligada a la del ex gobernador, el destituido Jorge Colazo, quien fue inhabilitado por diez años para ocupar cargos públicos, y que además enfrenta diez causas penales en su contra.
Puntualmente, Cóccaro sólo tiene una demanda judicial por un préstamo que pidió la gobernación al Banco provincial de 21 millones de pesos, pero no sería ese su freno más importante para su candidatura.
Dentro del justicialismo, también aparece el diputado Daniel Gallo, un kirchnerista de la primera hora, que mantiene relación con el Presidente desde las épocas de su gobernación en Santa Cruz. En diálogo con este medio, Gallo expresó: «El ARI tiene su candidato, y el PJ tendrá que decidir por uno. Yo no puedo decir que Kirchner me apoya a mi, sólo que dentro del justicialismo nadie se anima a ir al frente, a lanzarse en forma decidida y yo ya manifesté mi interés. Quiero ser el Gobernador y por el Justicialismo, quiero que el Presidente me de su apoyo, y que logremos unificar al partido, porque si no corremos el riesgo de perder».
«Seguramente Cóccaro se querrá presentar, pero hoy el 60 por ciento de los ciudadanos no tiene decidido su voto y eso es un problema de él. Además, su figura hoy cosecharía el 10 por ciento de los votos, mientras que el peronismo de arrastre tiene que tener no menos del 30 por ciento, lo que se traduce en que es una persona cuestionada y que no capta mucha intención de voto», reflexionó Gallo.
En un tono combativo, por momentos histriónico, el diputado nacional agregó que «Kirchner tendrá que intervenir en la provincia para unificar el partido, porque con el PJ unido es imposible que el ARI les gane, pero si van en cinco listas diferentes, será muy difícil frenar a ese partido».
Elisa Carrió ya viajó en varias ocasiones a la provincia para apoyar la candidatura de su par, Fabiana Rios. Allí, el ARI ganó en 2003 en las elecciones presidenciales y estuvo a punto de llevarse la Gobernación en lo que fue el primer intento de Rios.
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El problema al cual se enfrenta el PJ es su dispersión. Además del actual gobernador y del propio Gallo, aparece en una posición ambigua la diputada Rosana Bertone, quien no tendría un armado importante en la provincia, pero a diferencia del resto de los postulantes, dicen que mantiene una relación muy sólida con el Presidente, casi de trato diario.
Para algunos consultados, la formula Gallo-Bertone sería la mas interesante para el primer mandatario, pero el diputado puso paños fríos a esta posibilidad: «Tenemos una relación distante. Ella estuvo con Colazo, cuando todos sabíamos el desastre que estaba haciendo. Pero si el Presidente lo pide, es otra cosa. Si se trata de sumar y unificarse, no descarto nada», agregó Gallo.
Más allá de este entramado aparece un radicalismo muy débil, encabezado por el intendente de Rio Grande, Jorge Martín. Algunas especulaciones sugirieron que el podría sumarse a la «concertación», pero en principio Martín buscaría el apoyo de su partido para pelear por la gobernación. Si cabe un espacio para Roberto Lavagna como posible candidato a la presidencia, posiblemente comparta la lista con este radical, aunque según confiaron fuentes de la UCR local, en Tierra del Fuego la aparición del ex ministro de Economía no causó un impacto asimilable a lo que se vivió en Buenos Aires.
Por último, aparece decidido a competir el intendente de Ushuaia y líder del Movimiento Popular Fueguino (MPF), Jorge Garramuño, quien esta cumpliendo su segundo mandato y conserva una relación muy sólida con la ciudadanía. Sin embargo, fuentes locales explicaron a La Política On Line los límites de Garramuño: «Tierra del Fuego esta dividida en dos. Garramuño es querido en Ushuaia pero en Río Grande casi no existe. Y a Jorge Martín le pasa lo mismo pero a la inversa. Los dos tienen una buena gestión, pero su proyección para gobernador, aún es débil».
En conclusión, en el estado más austral de la Argentina, hoy por hoy, la expectativa está puesta en esperar para dónde influirá una segura definición de Kirchner en la interna peronista, y estar expectantes a lo que pueda realizar el ARI, quien en este lugar más que en ningún otro tiene chances ciertas de gobernar.
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Fuente:lapoliticaonline
