Nuevo atentado

El Sindicato de Prensa de Río Grande denuncia públicamente y expresa su repudio frente al atentado sufrido en la noche del viernes 16 de Junio por el Secretario de Acción Social Eduardo Gutiérrez. En esta oportunidad, y nuevamente en forma anónima, una de las cubiertas del automóvil particular de un integrante de nuestra Comisión Directiva fue dañada con tres «puntazos», tal como fue constatado durante la reparación de lo que, en principio, el compañero Eduardo Gutiérrez había considerado una mera pinchadura.

Este hecho se suma a una larga lista que tiene a la prensa en general como protagonista de atentados no esclarecidos, y en particular a nuestro gremio, que otra vez debió recurrir a radicar la correspondiente denuncia en sede policial.
El contexto de este nuevo «aviso», puesto que así lo interpretamos, son varias acciones emprendidas en defensa de la libertad de expresión; entre ellas, la discusión de cambios en la metodología de contrataciones de publicidad oficial, que durante el 2005 superaron los 20 millones de pesos entre gobierno y municipios, sin que ni las empresas ni los respectivos gobiernos puedan -salvo escasas excepciones- explicar o justificar los montos abonados cuando, por un lado mantienen al personal en situación irregular y, por el otro, no respetan siquiera un régimen de tarifas.
Llamadas telefónicas anónimas, bulones flojos, ruedas desinfladas de nuestros autos particulares, y ahora puntazos, se han sumado este año a la persecución laboral que recrudeció a partir del surgimiento mismo del Sindicato, tanto sobre los integrantes de la comisión directiva del gremio como sobre los afiliados que han acercado su colaboración. Son algunas de las exteriorizaciones violentas de un grupo de delincuentes comunes enquistados en la prensa y en la política, que hasta ahora creció y se consolidó en el silencio y la impunidad, pero que ha comenzado a ser el blanco de la mirada de una sociedad que también ha llegado al hartazgo frente a la censura, la manipulación de los contenidos de los medios y el negocio millonario que concentra una selecta sociedad de empresarios y funcionarios públicos.
Desde este espacio seguiremos construyendo hacia adentro y hacia afuera el consenso social para un cambio en el manejo de la información, donde el respeto a los derechos laborales de los trabajadores de prensa no sea la excepción de la regla, y donde los derechos constitucionales de la ciudadanía a la libertad de expresión no estén sujetos a las negociaciones del poder y sus mercaderes.

Comisión Directiva
Sindicato de Prensa de Río Grande
A.Illia 1.276 – TE. 443483/15616292

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