Gustavo Santaolalla se llevó el Oscar a la mejor música

Obtuvo el premio por la banda de sonido de «Secreto en la montaña». En los 70 integró en el país la banda Arco Iris. Es el cuarto argentino en lograr la estatuilla. La sorpresa: «Vidas cruzadas», mejor película.

Gustavo Santaolalla ganó el Oscar a la mejor música original por Secreto en la montaña, y se convirtió en el cuarto argentino en lograr la estatuilla de la Academia de Hollywood, tras Luis Puenzo (mejor filme hablado en idioma extranjero, con La historia oficial), Luis Bacalov (música, por El cartero) y Eugenio Zanetti (dirección de arte, por Restauración).
«Estoy muy orgulloso de haber trabajado en esta película. El amor es lo que nos hace a todos similares», comenzó su agradecimiento, para terminar dedicándolo «a mi familia, a mi país y a todos los latinos» (ver La hora…).
Chivita canosa, de traje oscuro y corbata, nada de esmoquin, Gustavo Santaolalla fue de los primeros en llegar (ver La fiesta…), acompañado por su esposa, la fotógrafa Alejandra Palacios. «Sé que corro en desventaja, pero los milagros ocurren», le había dicho a Clarín antes de la entrega, ya que suponía que John Williams, por Memorias de una geisha, se iba a llevar la estatuilla.
Pero la alegría de la gente de Secreto… no fue total: hasta pareció que Jack Nicholson bromeaba cuando se sorprendió al abrir el sobre del ganador al mejor filme, y dijo «Crash» (estrenada aquí como Vidas cruzadas).

Secreto en la montaña se llevó también los Oscar a mejor director (Ang Lee) y guión adaptado, totalizando tres premios. El filme del taiwanés se centra en la historia de amor de dos cowboys durante casi dos décadas. El número de la noche evidentemente fue el tres: Vidas cruzadas también se llevó tres premios, a la película, el guión original y la edición, la misma cantidad de Memorias de una geisha (fotografía, dirección de arte y vestuario) y King Kong (efectos visuales, sonido y edición de sonido).

Philip Seymour Hoffman, por Capote, y Reese Whiterspoon, por Johnny & June: pasión y locura, resultaron los previsibles mejores actores protagónicos.

Jon Stewart, a cargo del televisivo The Daily Show, se mostró cómodo e irónico como presentador. Nicole Kidman entregó la primera estatuilla, al actor de reparto. Y George Clooney, que tenía tres candidaturas —sumaba mejor director y guión original, por Buenas noches, y buena suerte— lo recibió sonriente. «Guau, parece que no voy a ganar el de director.» Y se pasó el minuto acordado para agradecer su premio por el agente de la CIA que interpreta en el thriller político Syriana.

Mientras Morgan Freeman entregó a Rachel Weisz el Oscar a la actriz de reparto, por El jardinero fiel, Ben Stiller abrió el sobre que contenía el ganador a los efectos visuales, para el que estaba nominado el argentino e hincha de Boca Pablo Helman, por Guerra de los mundos. Y fue para King Kong.

Algo fue evidente en la 78º ceremonia, en el Kodak Theatre: estaba todo bien con el amor entre cowboys. Pero para los académicos era mucho…

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