El Gobierno saldrá a buscar en las primeras semanas de 2006 a los «socios petroleros» que acompañarán a la estatal Enarsa en los proyectos de exploración de hidrocarburos que se llevarán adelante en las áreas «off shore» del Mar Argentino.
El presidente de Enarsa, Exequiel Espinosa adelantó ayer que «en 60 días vamos a terminar con la recolección de datos de las áreas marítimas e inmediatamente convocaremos a los potenciales inversores para encarar la exploración en la plataforma continental».
Al término de su disertación en el II Foro Internacional de Energía (FIE) Espinosa no descartó que, tal como se resolvió el año pasado con los envíos de gas, se aplique un recorte a las exportaciones de petróleo si en algún momento corre peligro el abastecimiento del mercado interno. «Para que no haya que restringir las exportaciones, las empresas tienen que hacer las inversiones necesarias para recuperar la producción y las reservas», destacó Espinosa.
El titular de Enarsa cuestionó a los petroleros privados por la falta de inversiones y consideró que «los US$ 35 dólares después de retenciones que hoy reciben por cada barril resultan más que suficientes para desarrollar una marcada actividad exploratoria».
Espinosa anticipó que antes de año quedará definido el ingreso de Enarsa a la distribuidora eléctrica de Entre Ríos con la adquisición de un porcentaje accionario que oscilará entre el 35% y 40%.
Con respecto a la exploración de las zonas off shore, Espinosa sostuvo que se aplicarán las siguientes reglas de juego:
Enarsa pondrá las áreas, y los socios la inversión que demanden los equipos y las tareas de exploración y explotación.
La selección de los socios se hará por medio de «invitaciones» y con una «short list» (lista corta) de potenciales inversores.
La convocatoria alcanzará a empresas de EE.UU., Canadá, Rusia, China, España, Inglaterra, Africa, Venezuela y Brasil. En el plano local, las que manifestaron interés y también sería de la partida son Repsol-YPF y Petrobras.
Los porcentajes de cada asociación se definirán caso por caso y los socios inversores tendrán la operación de las áreas .
Los primeros proyectos se encararían en áreas ubicadas frente a las costas de Buenos Aires, Río Negro y Santa Cruz.
Espinosa sostuvo que «a pesar de los riesgos que implican, los proyectos cuentan con un marcado atractivo por los precios elevados que se esperan para el petróleo en los próximos años».
El optimismo de Espinosa fue puesto en duda por el titular de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH). Oscar Vicente sostuvo que «las cuantiosas inversiones para explorar las áreas de alto riesgo deben contar con alicientes que permitan atraer a los capitales que se necesitan impostergablemente y que hoy están mirando a otros países que ofrecen un atractivo geológico mucho mayor».
El titular de la CEPH recordó que entre 1998 y 2004 la producción de petróleo disminuyó un 17,3%, mientras que las reservas registraron una caída del 19,3% respecto al pico de 488,28 millones de metros cúbicos de 1999.
En el caso del gas, Vicente señaló que si bien la producción creció más del 100% entre 1992 y 2004, las reservas del último año cayeron casi un 29% respecto al 2000. «Por el retraso de los precios del gas en boca de pozo y la consiguiente falta de inversiones en exploración, la relación de reservas/producción se redujo a 10,6 años frente a los 17,2 años que teníamos a fines de los 90», destacó Vicente.
