No se podrá fumar más en bares y restaurantes chicos de la Ciudad de Buenos Aires

Lo aprobó la Legislatura porteña en general y particular. Es para los espacios públicos cerrados de menos de 100 metros cuadrados. También prohibe la venta de cigarrilos a menores de 18 años

Los porteños no podrán fumar en lugares cerrados privados de acceso público con menos de 100 metros cuadrados, como bares y restaurantes chicos, desde el 1 de octubre de 2006. Así lo resolvió esta noche la Legislatura local al aprobar la denominada ley antitabaco, que además prohíbe la venta de cigarrillos a menores de 18 años y restringe la publicidad tabacalera.
La norma aprobada en general por 49 votos y tres abstenciones impide el consumo de tabaco tanto en lugares cerrados de los ámbitos educativos y sanitarios, públicos y privados de la Ciudad, como en bares y restaurantes de menos de 100 metros cuadrados.
Luego, los diputados aprobaron en particular y sin modificaciones los 11 capítulos de la nueva ley, «con un promedio de 40 votos» en favor de cada uno de los 37 artículos de la norma, según fuentes de la Legislatura.
Las prohibiciones no alcanzan sin embargo a los empleados públicos que fumen en lugares de acceso privado, como el despacho de legisladores y oficinas, según la norma que continuaba siendo debatida en particular esta noche.
La ley entrará en vigencia el 1 de marzo próximo para el sector público, y el 1 de octubre de 2006 para dependencia privadas.
Restaurantes, bares, cybers, shoppings, salas de teatro, cine, centros culturales, estaciones terminales de ómnibus, vehículos de servicio público de transporte colectivo de pasajeros y subterráneos, entre otros ámbitos ubicados en esta ciudad, deberán acatar la nueva restricción.
Sin embrago, se admitirá la habilitación de zonas específicamente destinadas para fumar en salas de fiesta o uso público en general donde «no se permita la entrada a menores de dieciocho años», y en boliches y restaurantes que tengan una «superficie útil igual o superior a 100 metros cuadrados».
Los dueños de estos locales podrán destinar «como máximo», el 30 por ciento de la superficie para las personas fumadoras», lo que deberán anunciar en la puerta del establecimiento, según la excepción de la ley.
En este caso, las zonas para fumar deberán estar debidamente señalizadas, apartadas físicamente del resto y no ser de paso obligado para los no fumadores, además de disponer de sistemas de ventilación «independientes» contra el humo.
Los fumadores que infrinjan la norma deberán pagar hasta 100 pesos de multa, en tanto que los dueños de los locales podrán ser multados hasta con 2.000 pesos si transgreden la resolución votada hoy, y con la clausura temporaria en caso de reincidencia.
La nueva norma prohíbe además «en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires» la compra o venta de productos elaborados con tabaco a los menores de 18 años –antes estaba penado para los menores de 16 -, según el artículo decimoquinto aprobado esta noche. Los que violen esta disposición serán sancionados con una multa de hasta 500 pesos.
En relación con la publicidad, la ley sancionada prohíbe los anuncios de venta, promoción, entrega y oferta gratuita «de productos elaborados con tabaco», excepto aquellos «instalados en el interior de locales que reciban concurso publico».
Esto significa que las empresas tabacaleras no podrán publicitar sus productos en la vía pública ni con las clásicas marquesinas en los kioscos, aunque sí podrán hacerlo dentro de los locales.
En este sentido, el Gobierno porteño no podrá auspiciar «eventos que incentiven el consumo del tabaco o asocien el hábito de fumar con el mayor rendimiento deportivo».
La diputada Ana María Suppa, integrante de la Comisión Analítica del Tabaco de la Legislatura porteña, respaldó las restricciones para fumar en los espacios públicos.
«Así como hoy legislamos pensando en los no fumadores a través de mayores prohibiciones para consumir tabaco en los lugares públicos, es necesario que legislemos pensando en los fumadores mediante la creación de una amplia red de servicios para el tratamiento de esta adicción», afirmó.
El debate se abrió luego de intensas negociaciones entre los autores del proyecto de mayoría, el kirchnerista Helio Rebot y la macrista Paula Bertol, que permitió que se llegase a un consenso luego de concederle a diputados opositores varias modificaciones.

FUENTE: WWW.CLARIN.COM

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